Rosy Sinecio

8M: DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

ABC de los Derechos, por Edgar Cortez

Estamos a pocos días del 8 de marzo, fecha en la que se celebra el Día Internacional de la Mujer. Los días internacionales se han establecido para sensibilizar a la sociedad en asuntos de interés general y que requieren de acciones gubernamentales y sociales para generar cambios.

En el caso del 8 de marzo se trata de llamar nuestra atención respecto de la desigualdad económica y social que se las ha impuesto a las mujeres; la violencia a la que están sujetas en los ámbitos familiares, escolares laborales y públicos, entre otras desventajas que deben afrontar.

De acuerdo con algunas investigaciones en México diariamente suceden 11 feminicidios en promedio, que son asesinatos violentos cometidos por hombres en contra de mujeres por el simple hecho de ser mujeres.

Según la Encuesta nacional sobre la dinámica sobre las relaciones en los hogares (ENDIREH 2021) el 70.1% de las mujeres mayores de 15 años han vivido violencia cuando menos una vez durante su vida.

Mientras que la brecha salarial entre hombres y mujeres es de 14 por ciento, lo que significa que cuando un hombre recibe 100 pesos de salario, por el mismo trabajo las mujeres reciben 86 pesos y dicha diferencia es mayor en algunos sectores mayoritariamente masculinos.

Conviene mencionar que cuando hablamos de violencia en contra de las mujeres debemos considerar la existencia de cinco tipos de violencia: psicológica, física, patrimonial, económica y sexual; además que éstas pueden suceder en diversos ámbitos: escolar, laboral, comunitario, familiar y pareja. Esto significa que las mujeres son violentadas de numerosas maneras.

Es cierto que en México se han dado pasos para garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia como contar con una Ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia; las alertas de violencia de género contra las mujeres, que es un mecanismo de protección para atender regiones con altos índices de casos de violencia en contra de mujeres; creación de fiscalías especializadas en violencia contra mujeres, entre otras medidas.

Sin embargo hasta ahora las acciones han sido insuficientes y la violencia contra las mujeres sigue siendo alta y la desigualdad persiste. Sin duda que hay que seguir exigiendo políticas públicas que hagan efectivo el derecho a una vida sin violencia para las mujeres.

Pero también es necesario preguntarnos como personas, como familias, como comunidad y cómo sociedad ¿qué nos corresponde hacer?

¿En qué medidas los hombres vamos a dar pasos para renunciar a los privilegios? ¿De qué manera, al interior de nuestras familias, vamos promover que las mujeres no sufran violencia por parte de los familiares varones? ¿Cuánta solidaridad estamos dispuestas y dispuestos a otorgar a las mujeres que denuncian violencia?

Como decíamos al principio los días internacionales son para sensibilizarnos, en este caso de la realidad de violencia contra las mujeres y de lo mucho que falta para que sea una realidad efectiva el derecho a una vida libre de violencia.

Así que el 8 de marzo no se felicita a las mujeres, sino que se trata de actuar para tener una sociedad más justa e igualitaria. Edgar Cortez

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