Un investigador sostiene un tubo de cristal con una chinche en su interior, en una imagen de archivo.picture alliance (via Getty Images)
Los reportes de la presencia de chinches se han extendido como una plaga por la Ciudad de México. Desde las instalaciones del metro hasta algunas facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las imágenes del insecto se hicieron tendencia en redes sociales y el problema ha escalado al grado de recurrir a las clases virtuales y ordenar la fumigación en las facultades de química, derecho, veterinaria y zootecnia, y ciencias políticas. También la UACM (Universidad Autónoma de la Ciudad de México) ha suspendido las clases en su plantel del Centro Histórico e iniciado la fumigación del centro educativo.
No solo son un problema en la capital mexicana. En las últimas semanas, Francia ha registrado un incremento significativo de chinches en escuelas y lugares públicos, un tema que pasó de ser objeto de burla a un polémico asunto de cara a los Juegos Olímpicos del próximo año. El cómo y el cuándo llegaron las chinches a extenderse a tal magnitud son preguntas que siguen en el aire, pero los expertos señalan que el aumento de los viajes, el cambio climático, la falta de conocimiento sobre la prevención y el aumento de la resistencia a los pesticidas podrían agravar su proliferación.
Cómo reconocer a las chinches
La chinche común (Cimex lectularius) es un insecto que se alimenta de la sangre de animales y de seres humanos con una picadura que produce comezón e irritación a sus huéspedes. Las chinches adultas son de color marrón rojizo, sin alas, y del tamaño aproximado de una semilla de manzana, planas y de cuerpo ovalado. Mientras que las chinches jóvenes son más pequeñas, translúcidas o amarillentas. Si no se han alimentado recientemente, debido a su coloración, pueden ser casi imposibles de detectar. Por otro lado, los huevos de chinche son diminutos y blancos.
Existe un estigma que asocia las chinches con contextos sociales de pobreza, descuido y falta de higiene; sin embargo, se ha demostrado que las chinches pueden afectar a cualquier estrato socioeconómico, como arrojó una encuesta realizada en Francia por la Anses (Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación, del Medio Ambiente y del Trabajo, por sus siglas en francés).