En el mundo católico existen dos Jesús, déjenme explicar esta idea.
México y el mundo católico se preparan para un tiempo de guardar, un tiempo donde el mundo católico celebra la semana santa, días en que Jesús fue crucificado en Jerusalén y desde entonces cada año en el mundo se realizan ceremonias para reencontrarse con la fe católica.
Hoy quiero compartir los dos Jesús que existen a mi juicio, el que a mi me gusta caminaba en el mar de Galilea, curaba a los pobres, es un Jesús tímido que resucitaba a los muertos, expulsaba a los demonios, convertía el agua en vino y piedras en panes y peces, el que solo pretendía seguir caminando por la tierra para curar a los enfermos, saciar a los hambrientos y se resistía ir a Jerusalén .
Pero la iglesia se dedicó a construir otro Jesús, el de la cruz, al que cada semana santa lo quieren bajar de la cruz, el de la sangre en las manos y que veneran la mayoría de los católicos. El Jesús oficial al que le han quitado la parte social.
En estos tiempos de semana santa la lucha de Jesús es muy vigente, sobre todo para los migrantes y los pobres, quienes hacen evidente la ausencia de un líder social que luche por ellos.
La vida es una sombra que pasa, la muerte también es una sombra que pasa, el dolor es el único que no pasa, continúa y continúa siempre.
Jesús sigue tan vigente como hace 2024 años y los motivos de Jesús no están pintados en la cruz, están pintados en los ojos de los niños que hoy reclaman un poco de amor y no migajas.
Por eso esta semana santa debe ser motivo de reflexión y de construir un poco de sueños ante tanta realidad que se nos viene encima. Apostemos por el Jesús que curaba a los enfermos, cercano a los niños y no por el Jesús con sangre en las manos y siempre por desenclavar.
