Los análisis encargados por un grupo de vecinos de la alcaldía Benito Juárez arrojan que en el agua contaminada de las colonias afectadas hay presencia de cloroformo, diclorobenceno, tricloroetileno, entre otras sustancias. Esos son los resultados del estudio dado a conocer este domingo por el comité vecinal, Guardianes del Agua, un par de horas antes de que se celebrara el debate que entre los candidatos a la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México. El segundo encuentro cara a cara que tuvo entre sus temas principales la crisis del agua que azota a la capital.
El hallazgo de los compuestos químicos fortalece la teoría de la concentración de hidrocarburos en la red de suministro de varias colonias afectadas de la alcaldía. Algo que ya adelantó también un análisis preliminar realizado por científicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Las autoridades reconocieron hace dos semanas la presencia de “aceites y lubricantes”, aunque hasta la fecha no han compartido un dictamen oficial sobre el contaminante. “Los aceites y lubricantes son otra familia de compuestos. Son parecidos pero no son iguales a los compuestos orgánicos derivados del petróleo”, señala Antonio Romo, investigador químico de la Universidad de Sonora, en el norte del país. “En los hidrocarburos totales del petróleo están contenidos varios compuestos tales como gasolinas, benceno, tolueno, benzopireno, etc.”, agrega el experto en analizar contaminación en el agua de otros desastres, como la sucedida en el río Sonora, en 2014.
Compartimos los resultados de los análisis de laboratorio realizados con el esfuerzo de los ciudadanos ante la negativa del Estado de garantizar nuestro derecho humano a la información ambiental. Estos son los tipos de análisis a exigir por todos los afectados. pic.twitter.com/PeC562PObx
— Guardianes del Agua BJ 💧📍 (@BjAguaOficial) April 21, 2024
Los resultados independientes de los vecinos arrojan un poco más de luz sobre las sustancias que hay en el agua. Entre ellas se han encontrado niveles de cloroformo, diflurobenceno, tricloroetileno, bromodiclorometano, tolueno, clorobenceno, bromofluorobenceno y diclorobenceno, entre otras. “Son compuestos solventes orgánicos y muy tóxicos para el consumo humano”, opina el experto.
“La norma mexicana NOM-127 para el agua de uso y consumo humano en México, no contempla las cantidades permisibles de hidrocarburos totales de petróleo, sino que nomás contempla las cantidades permisibles de benceno que son de hasta 10 microgramos por litro, siendo el benceno un compuesto cancerígeno para los humanos, según la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer”, apunta Romo.
El experto comenta que debido al contenido de benceno que tienen los hidrocarburos totales, en México no debería permitirse la presencia de esta sustancia en “ninguna cantidad”. “En mi caso, yo no usaría esa agua de la cisterna ni para el baño, menos para consumo humano porque eso traería riesgos para mi salud a la larga”, remarca. “Cuando ya hace daño a animales, en el transcurso de las investigaciones, se descubre que suele ser cancerígeno también para las personas”, señala.
En cuanto al cloroformo, el especialista destaca que “es posiblemente carcinogénico” y que el tricloroetileno es cancerígeno para los humanos y “no debería de aparecer en el agua potable (…) Todavía para bañarse, se podría tolerar, pero para tomar, no”, dice categórico el experto y agrega que considera “grave la contaminación del agua, de acuerdo con el análisis que muestran, son cantidades muy elevadas de solventes orgánicos”.
Romo señala que la situación es preocupante por las cantidades de cloroformo, tricloroetileno y diclorobenceno. Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), la inhalación o ingestión de este último compuesto de por vida, produjo cáncer de hígado en ratones. “Los estudios en animales sugieren que el dicloroetileno puede tener un papel en el desarrollo del cáncer en seres humanos, pero esto aún no se ha aclarado”, señalan en la IARC. No obstante, el Departamento de Salud de Estados Unidos determinó que esta sustancia puede ser carcinogénica en seres humanos.
El especialista agrega que la presencia de estas sustancias en agua superficial “son volátiles y suelen desaparecer en un tiempo”, aunque no se atreve a vaticinar en cuánto. “La mayoría son solventes y pueden evaporarse un poco, todo depende de la cantidad, la abundancia y de dónde se encuentren. Depende de cada compuesto”, apunta Romo.
La recolección de las muestras utilizadas en los análisis se efectuó en tres lugares diferentes, en las colonias Nonoalco, Del Valle y Nápoles, distanciadas entre ellas en el mapa. La contaminación se ha podido percibir de manera más intensa en el poniente de la alcaldía (Nonoalco, Nochebuena, Ciudad de los Deportes), sin embargo, también se ha hecho presente a decenas de kilómetros a la redonda en otros puntos de la alcaldía, afectando a miles de personas. “El agua no es limpia y urge que las autoridades también compartan sus análisis científicos”, han dicho desde el comité vecinal.
Los vecinos han hecho públicas la acreditación y aprobación de los laboratorios donde fueron analizadas las muestras. El número de acreditación es el AG-188-051/11 del 18 de mayo de 2011 y el de aprobación, el CNA-GCA-2536 vigente hasta el 24 de octubre de este año. “Nuestro propósito es que Sacmex entregue agua limpia y que el Gobierno de Ciudad de México transparente la información sobre la emergencia hídrica”, dicen los afectados en un comunicado.
El cálculo inicial del Gobierno de la capital y el Sistema Público de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) era que el problema se resuelva en un plazo de dos semanas, pero después han reconocido que las tareas de limpieza podrían extenderse varias semanas.
“Me sorprende ver tanto compuesto orgánico muy variado en los análisis”, comenta el experto de la Universidad de Sonora. Las autoridades, incluida la Fiscalía de Ciudad de México, están investigando para descubrir el origen de la contaminación. El 10 de abril, el Gobierno de la capital cerró un pozo en la alcaldía Álvaro Obregón, del que supuestamente procedía el contaminante, e incluso se han abierto diligencias ante un posible sabotaje. “Estoy elucubrando, pero esto podría estar ligado al huachicoleo o a la actividad de algún tipo de laboratorio clandestino”, subraya Romo. Tampoco se descarta, hasta el momento, que la contaminación provenga de algún ducto o sistema de almacenamiento de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex).