La desaparición de personas es una realidad a lo largo y ancho del país, al grado que se cuentan por miles. ¿Socialmente que podemos hacer para cambiar esta realidad?
El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No localizadas es la plataforma que concentra la información oficial de personas desaparecidas. De acuerdo con éste actualmente en México se contabilizan 115,912 personas desaparecidas y no localizadas. De este total 88,181 son hombre y 27,176 mujeres.
Según este mismo registro en Querétaro hay 554 personas desaparecidas. Si se quiere contar con información detallada se puede visitar el sitio: https://imdhd.org/redlupa/
El delito de desaparición está definido en la ley de la siguiente manera: Comete el delito de desaparición forzada de personas, el servidor público o el particular que, con la autorización, el apoyo o la aquiescencia de un servidor público, prive de la libertad en cualquier forma a una persona, seguida de la abstención o negativa a reconocer dicha privación de la libertad o a proporcionar la información sobre la misma o su suerte, destino o paradero.
En términos simples el delito consiste en que un servidor público priva de la libertad a una persona y luego oculta la información para impedir dar con su paradero; aunque también lo puede cometer un particular contando con el apoyo o complicidad de algún servidor público.
La desaparición forzada fue usada por distintos gobiernos como una forma para castigar a quienes se oponían políticamente a ellos. Fue el caso de la dictadura militar en Argentina o Chile; pero también el caso de los gobiernos priistas en México.
En las épocas recientes la desaparición de personas sigue siendo una forma de represión política pero ahora además la cometen grupos de la delincuencia en sus confrontaciones con grupos rivales o bien para amedrentar a poblaciones a las que quieren controlar.
El viernes y sábado pasado se realizó en varias ciudades del país la Jornada Nacional de Búsqueda, que consistió en múltiples acciones para informar y hacer visible la realidad de la desaparición de personas. Acciones como mostrar en plazas públicas las fotos de las personas desaparecidas, repartir folletos con información, buscar en zonas donde se presume que puede estar inhumanos restos de personas no identificas, etc.
Todas estas acciones las realizaron los familiares que buscan a sus desaparecidos, en su mayoría mujeres: son madres, esposas, hermanas e hijas. Todas tratando de sensibilizar, al mayor número posible de personas, sobre la existencia de este crimen así como de sus consecuencias en miles de personas y familias.
Esta primera actividad tendrá otro momento relevante que serán las movilizaciones que harán los familiares el 10 de mayo próximo en numerosas ciudades del país, con el objetivo de seguir mostrando esa dura realidad y exigir que las autoridades cumplan con lo que la ley les obliga: buscar y encontrar a las personas desaparecidas.
Lo que socialmente podemos hacer es infórmarnos para estar consciente de esta realidad y luego sumarnos a la exigencia de verdad y justicia.
No olvidemos que la desaparición de personas es un agravio social.
Edgar Cortez