Ciudad de México. Ubicada en los límites de las alcaldías Xochimilco y Tláhuac, este día fue inaugurada la primera Planta Trituradora de Residuos de la Construcción del Gobierno de la Ciudad, que tendrá capacidad para recibir 500 toneladas de cascajo y procesar 600 metros cúbicos de concreto ecológico y dos mil piezas de bloques reciclados que serán utilizados en obras públicas.
Ante el jefe de Gobierno, Martí Batres, el secretario de Obras y Servicios, Jesús Esteva Medina, informó que se tiene proyectado extraer 14 millones de toneladas de residuos de la construcción generados durante el sismo de 1985 que fueron depositados en la laguna de San Gregorio, ubicada a un kilómetro de distancia.
Con una inversión de 39 millones de pesos, la planta fue edificada por la empresa CEMEX, tiene una superficie total de construcción de tres mil 500 metros cuadrados y cuenta con tres máquinas, a través de las cuales se lleva a cabo el proceso de transformación del cascajo a materiales de construcción.
Después de realizar un recorrido por las nuevas instalaciones, Batres destacó que esta planta va a tener una gran utilidad regeneradora en la Ciudad de México, un efecto medioambiental positivo y permitirá, además, abaratar materiales de construcciones para las diversas obras gubernamentales.
“Aquí va a llegar el cascajo que anda regado por diversas partes y convertirse en un material para las obras públicas, en loseta para los senderos seguros, por ejemplo, o en otro tipo de bloques para la construcción, y todo eso va a ser muy bueno porque nos va a ayudar a convertir todo eso que consideramos generalmente basura, en instrumentos prácticos para reconstruir o construir”, destacó.
