La utilización del taxímetro va a provocar el “tiro de gracia” para muchos taxistas, quienes argumentaron que de implementarse ese esquema de cobro sus ganancias pueden disminuir hasta un 30 por ciento, aunado a la merma económica que aseguran les ha ocasionado el servicio de las plataformas, el sistema Qrobús y los autobuses amarillos con sistema gratuito.
Así lo comentó un grupo de trabajadores del volante, quienes tienen su base en las inmediaciones del Mercado Escobedo. Afirmaron que es tal la situación para ellos, porque deben pagar la cuenta de 300 pesos diarios, más 500 del combustible, comida y llevar dinero a su casa.
Además, les espera el pago del seguro por daños a terceros que es de 3 mil 500 pesos anuales, mismo que no les cubre a ellos, sino a otras personas que pudieran resultar afectada en un accidente vial. A eso hay que agregar el pago del refrendo vehicular que, por lo que comentaron, será de 900 pesos aproximadamente y encima deben cumplir con sus impuestos.
“Cómo es que quieren meter taxímetros, cuando la gente no lo ha pedido ni ha reclamado, porque están acostumbrados a hacer el trato con nosotros. Si meten taxímetro o una aplicación que hacía esa función nos va a perjudicar a muchos, porque a veces llevamos a la casa 200 pesos”, expresó José, quien lleva cerca de 30 años en el oficio y al que le ha tocado ver el crecimiento de la ciudad.
Al escuchar hablar a José sus compañeros se acercaron interesados para externar lo que ellos han vivido como trabajadores del volante. David mencionó que cada vez son más las complicaciones económicas, porque al hacer base están a la espera de que llegue una persona y les solicite el servicio.
“En mi trabajo a lo único que le tengo miedo es a enfrentar la competencia de las plataformas, porque desde que llegaron prácticamente hemos tenido una baja de trabajo. Antes nos alcanzaba para muchas cosas, pero ahora cada día es como un reto para ver cuántos sacamos. Y luego sin servicio médico ni prestaciones, pues a dónde vamos a llegar”, indicó.
Cabe decir que, en 2019, el Instituto Queretano de Transporte (IQT), lo que ahora es la Agencia de Movilidad del Estado de Querétaro (AMEQ), tuvo un intento de implementar el esquema Qrotaxi por medio de una aplicación que iba a funcionar a través de un código QR que portaban los operadores en sus unidades.
Algunas versiones, como la de los mismos operadores, aseguran que los taxistas dejaron de utilizarla precisamente porque no era compatible con lo que querían cobrar y ganar; es decir, no marcaba las tarifas que ellos deseaban.
Algunas personas que recuerdan esa situación, refirieron que los choferes retiraron poco a poco el código QR para que la gente no los capturara con sus teléfonos, y por lo tanto decidieron volver al esquema anterior de negociar con los pasajeros. Agregaron que los taxistas ponían el pretexto de que la aplicación de Qrotaxi no funcionaba de manera adecuada.
“De por sí mucha gente no conocía la aplicación, porque les faltó difusión y luego los choferes en ese entonces se opusieron a ella, pues murió muy rápido el intento”, dijo un lector, sobre este servicio que se había planeado que iniciara el 1 de octubre de 2019.
En el documento que en su momento publicó el Instituto Queretano de Transporte se especificaban las características que debían tener los celulares: Sistema Android 4.3 en adelante, memoria de al menos 1 mega, conexión a internet con plan mínimo, así como tener cámara y GPS.
“Una persona adulta mayor que necesitara tomar un taxi no iba a entender esas características, porque apenas saben usar el celular quienes lo tienen”, de acuerdo con Ángel, quien tiene su residencia en la capital y que a su vez recuerda aquel esquema que quedó en el aire.
En ese entonces el IQT publicó que: “A partir del 1 de octubre de 2019 es obligatorio el uso del taxímetro, de acuerdo con lo establecido en la Ley de Movilidad para el Estado de Querétaro en el artículo transitorio primero y artículos 173, 196”.