Clara Brugada asumirá comojefa de Gobierno de la Ciudad de México este sábado, tras el triunfo en las urnas con más de 2 millones 865 mil votos.
Académicos y expertos consideran que combatir las disparidades y desigualdades en términos de acceso a servicios que hay entre alcaldías, aumentar la inversión en infraestructura y dar un sello propio a su administración, son algunos de los retos que consideran, enfrentará a lo largo de la gestión.
Uno de ellos será la construcción de una ciudad de “auténticos derechos”, considera Saúl Arellano Almanza, investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, quien advierte que aun cuando los últimos gobiernos (todos de izquierda) han definido a la Ciudad de México como una urbe de derechos humanos y sociales, los déficits aún son enormes.
En entrevista con EL UNIVERSAL, señala las desigualdades que hacen tan diferentes a alcaldías como Benito Juárez y Miguel Hidalgo de otras como Iztapalapa y Gustavo A. Madero.
“Si hay un reto para la nueva jefa de Gobierno, Clara Brugada, es cerrar las brechas entre las diferentes alcaldías de la ciudad. Si uno revisa los indicadores de Tláhuac, Xochimilco, Iztapalapa y Venustiano Carranza, en nada se parecen a Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Cuajimalpa en sus zonas de alto ingreso. Definitivamente estas desigualdades son enormes: de acceso a servicios de salud y a los servicios ambientales, si bien es cierto que han sido relativamente atendidas, tiene que profundizarse la política pública para lograr cerrar las brechas”, menciona
Arellano Almanza también resalta que la capital está muy lejos de cumplir sustantivamente con los objetivos del desarrollo sostenible de cara al 2030; por ejemplo, el derecho al medio ambiente sano, a una educación y servicios de salud de calidad, derecho a un transporte público y movilidad ciudadana, derecho a la seguridad, a estar protegidos contra toda forma de abuso, maltrato y violencia, o la igualdad sustantiva para las mujeres.
“Es una agenda complejísima, que si bien es cierto la Ciudad de México tiene los mejores indicadores del país en casi todo, no estamos siquiera cerca de una ciudad donde se cumplan derechos y donde no existan estas disparidades”, afirma.
El investigador señala que hay otros pendientes por atender en la capital, como es la migración para la que no se han establecidos políticas públicas; los altos índices de feminicidio y violencia contra las mujeres, y el trabajo infantil que, considera, hemos normalizado.
El proyecto de gobierno que plantea Brugada Molina para el sexenio en puerta consta de 27 ejes, entre los que destacan la construcción de 100 utopías en las 16 alcaldías; la implementación de un sistema público de cuidados que permita reducir y revalorar las tareas de cuidado (de las que generalmente se encargan las mujeres) entre los habitantes; así como una visión metropolitana para la atención de problemáticas urgentes en la Ciudad, como son seguridad, abasto de agua y movilidad.
Aunque las utopías son espacios públicos a los que la gente puede acceder de manera fácil y son “necesarias” para la población, señala el investigador Saúl Arellano, del PUED-UNAM, este proyecto “no sería ni siquiera cercano a lo suficiente para encaminar a que esta sea una Ciudad de derechos” pues la exigencia es muy alta.
Por separado, Artemisa Montes Sylván, especialista de posgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, consideró en entrevista con El UNIVERSAL que la administración entrante enfrentará grandes retos en tres aspectos: inversión en infraestructura, coordinación política para evitar “aislar” a las alcaldías de la oposición, y que la próxima Jefa de Gobierno dé un “sello propio” a su gobierno, ya sin esa propaganda que se hizo durante la campaña y de la mano de la presidenta Claudia Sheinbaum.
La especialista explica que ante la nueva configuración política de la capital, Clara Brugada deberá priorizar la coordinación política, pues señala que “aunque Morena sí tiene bastantes alcaldías” (11 de las 16), hay otras demarcaciones importantes que quedaron bajo una administración de la oposición, como Cuauhtémoc o Miguel Hidalgo.
Artemisa Montes agrega que un enorme reto será la inversión en infraestructura local ante el “evidente” rezago que se ve en las calles; por ejemplo, la falta de iluminación y bacheo, aspectos que suelen ser muy costosos pero necesarios para el día a día de los habitantes de esta urbe.
Indica que en ocasiones, los grandes proyectos de infraestructura como el Cablebús, “hace que se dejen de lado las necesidades que podrían ser, digamos, de pequeña escala, si lo vemos así. El tema es que la infraestructura local también es muy costosa, ese mantenimiento, que son precisamente reencarpetados, fugas de agua, parecen detalles, pero finalmente tienen un impacto real en la vida, en la cotidianidad de las personas, se van dejando de lado; vimos un deterioro muy profundo en estos últimos años de ese tipo de infraestructura”, insistió.
Para Jorge Márquez, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, otros temas de vital importancia que se deben atender en la capital del país son el transporte, que considera, se encuentra en un descuido tal que se puede volver un problema más severo, y los altísimos índices de informalidad en la economía, por el crecimiento acelerado y desordenado de la Ciudad de México.
En entrevista, señala que “es una Ciudad que, dada su naturaleza, diversa, es muy rica, ha crecido mucho, tiene una economía muy abundante en muchos sentidos, pero al mismo tiempo su crecimiento es en muchos aspectos muy desordenado, lo que ha provocado un aumento en las últimas décadas del sector informal”, indica.
