Los planes de impuestos y gastos del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, producirían más del doble de deuda nueva que los proyectos de su contendiente demócrata, Kamala Harris, estimó ayer un grupo de expertos centrado en el presupuesto.
El Comité para un Presupuesto Federal Responsable (CRFB, por sus sigla en inglés), que aboga por reducir los déficits federales, publicó nuevas estimaciones que muestran que los planes de impuestos y gastos de Harris agregarían 3.5 billones de dólares a los déficits en 10 años, mientras que los de Trump agregarían 7.5 billones.
Harris, desde deuda cero
Esa es la “estimación central” de la CRFB en una serie de posibles resultados a partir de las ideas expresadas por ambos candidatos durante la campaña electoral. También incluyen estimaciones altas y bajas, como la de cero deuda adicional para Harris en el extremo inferior y 8.1 billones de dólares de deuda en el superior. La estimación baja de Trump agregaría 1.45 billones, mientras que la alta 15.15 billones.
Trump promete una serie de exenciones impositivas, incluida la extensión de todas las exenciones impositivas individuales del 2017 que expiran el año siguiente y la eliminación de los impuestos sobre los ingresos provenientes de propinas, seguridad social y pago de horas extra.
Su única disposición importante para aumentar los ingresos es el aumento de los aranceles, lo que recaudaría 2.7 billones de dólares.
Harris se compromete a aumentar el crédito fiscal por hijos y añadir un crédito adicional de 6,000 dólares para los recién nacidos, aumentar el gasto en atención a niños y ancianos así como ofrecer un crédito fiscal de 25,000 dólares para los compradores de vivienda de primera vez, sin embargo, pretende incrementar los impuestos a las empresas y a los hogares que ganan 400,000 dólares o más. Estos aumentos supondrían un total de 4.25 billones de dólares según el pronóstico de la CRFB.
Las estimaciones suscitaron críticas de ambas campañas. Un portavoz de Harris se mostró en desacuerdo con las estimaciones del CRFB de que sus propuestas aumentarían el déficit, afirmando que, como presidenta, Harris lo reduciría, citando sus promesas de pagar los planes políticos.
Brian Hughes, asesor principal de Trump, desestimó los pronósticos del CRFB, al decir que el grupo se opuso a los recortes de impuestos del 2017 y apoyó la Ley de Reducción de la Inflación de la administración Biden, aprobada con el voto de desempate de Harris en el Senado.