México y Estados Unidos iniciarán una nueva etapa de relación con Trump en la presidencia, muchos creen que la migración y el fentanilo serán las claves en la nueva relación, yo pienso que la clave está en China, los otros dos son temas muy importantes pero ya fueron muy analizados por ambos países.
La migración es un tema de antes y será un tema de después de Trump, sin migración no se explica la humanidad.
El problema del fentanilo es que es el sucesor de la cocaína y está causando más decesos que cualquier droga en Estados Unidos, se habla de más de cien mil decesos al año, pero sin duda es algo que debe resolver los Estados Unidos en su interior.
Pero el mayor reto es China, un imperio en crecimiento que ha venido amenazando a la vieja economía norteamericana, la cual tiene que renovarse para mantener la supremacía mundial.
China ha crecido en África, en Asia, en Europa y en América Latina. El presidente chino estará ahí casi hasta que se muera, mientras que en Estados Unidos, Trump estará sólo cuatro años y habrá elecciones para sucederlo.
El triunfo de Trump estuvo basado en prometer la solución de los problemas por los que pasa la clase media y los obreros de Estados Unidos, aunado a una inflación que ha deteriorado los bolsillos de los americanos.
Trump ya lo anunció y lo ha venido repitiendo varias veces: no permitirá que China se introduzca a los Estados Unidos usando a México como trampolín, amenazando con imponer aranceles a productos sospechosamente chinos, en particular de la industria automotriz.
No nos confundamos: a Trump le importa la migración y el fentanilo, pero le importa aún más evitar que China penetre a los Estados Unidos a través de México y lo veremos conforme avance el nuevo gobierno de Donald Trump.