De la ilusión a la oscuridad

SABÍAS QUE? por Carlos Salomón

Hay gobiernos en América Latina que prefieren el poder a la democracia, los presos políticos a la democracia, el exceso a la democracia, el terror a la democracia y la soberbia a la democracia.

Encarnan el culto al exceso, la trampa, la irracionalidad, la represión y la censura, aunque se digan de izquierda han terminado más hacia la derecha y muchas veces le llaman patriotismo, pero sólo es otra excusa para el abuso. 

El drama y la impunidad asoma por dentro de sus sistemas de coacciones y por fuera, una corrupción que no se casa con nadie porque funciona en todos los niveles de la vida, esto último es un hecho cierto y comprobable, pues unos cuantos con fortunas están ligados al poder y los jodidos son los de siempre. 

Cuba, Nicaragua y Venezuela son los ejemplos perfectos, sus caminos son muy parecidos, surgieron del sueño ideológico y ahora son gobiernos fatigados que llevan mucho tiempo mandando gente al arresto domiciliario, al exilio o al infierno.

Son gobiernos llenos de consignas y, mientras la gente guarda un silencio de crucigrama, porque en cada esquina hay un delator, cada día se parecen más a las dictaduras de derecha que buscaban dejar atrás y de las que nacieron combatiendo como a Pinochet, Videla, el propio Somoza y Batista. 

Estos gobiernos no tienen un futuro político, ni fe en ellos mismos; con sus seguidores cada vez más menguados y con una migración masiva sin precedente, saben que no tienen vida por la vía institucional y el único camino que les queda para conservar el poder es el fraude, la represión, politizando a las fuerzas armadas y las estructuras represivas formales con fuerzas paralelas identificadas con cada uno de sus gobiernos.

Esta es una historia que comenzó a escribirse hace ya muchos años, han ignorado la voluntad popular, han saboteado todo lo que huela diferente y como ya sabemos nunca entregarán el poder, pues no creen en la alternancia democrática. Estos gobiernos vinieron de la noche  y hacia la noche irán, no hay remedio, no tienen remedio.

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