El titular de la Profeco, César Iván Escalante Ruiz, fue testigo de los operativos realizados en gasolineras de Mérida para verificar el correcto funcionamiento de las máquinas despachadoras de combustible Credit: Gabriel Chan Uicab
MÉRIDA, Yucatán.— Personal de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) clausuró siete bombas de una gasolinera ubicada en Prolongación Paseo de Montejo a la altura de la calle 1-Bis del fraccionamiento Campestre.
La operación formó parte de la supervisión simultáneas de gasolineras de Mérida y Progreso para verificar su funcionamiento. En el vecino municipio fue clausurada la gasolinera de Chicxulub Puerto, ubicada a la altura del Sendero Jurásico: sus tres estaciones de despacho presentaron anomalías.
En la estación de gasolina de la capital yucateca, César Iván Escalante Ruiz, titular de la Profeco, informó que una de las bombas se clausuró porque el instrumento presentó fallas y derramó gasolina, cuatro por la falta de concordancia entre la bitácora y el sistema, y dos más por fallas en la batería, pues la información del display se borró en menos tiempo de lo estimado, lo cual podría propiciar que el despachador engañe al consumidor sobre lo despachado en situaciones de falta de energía eléctrica.
Escalante Ruiz llegó a Mérida a las 9:30 de la mañana, procedente de la Ciudad de México, con la intención de verificar los operativos que la Procuraduría a su cargo tenía programado para hoy.
Apoyados por elementos de la Guardia Nacional, el personal de la Profeco realizó diligencias en, al menos, tres gasolineras de Mérida, una ubicada en la avenida Jacinto Canek a la altura de la calle 132 de Yucalpeten (frente al Corralón), otra ubicada en la calle 59 con 84 del Centro, a una esquina del Parque Zoológico del Centenario, y en la avenida Prolongación Paseo de Montejo con calle 1 Bis del fraccionamiento Campestre.
Los trabajadores de Profeco se encargaron de abrir las bombas de gasolina y realizar la inspección correspondiente para tratar de detectar alguna anomalía, por lo que se infiere que la intención sea la de verificar que los negocios estén despachando litros de a litro.
