Luego de 34 años de operación del Centro Penitenciario de Cancún, el Gobierno del Estado inició la solicitud ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para la construcción de uno nuevo que ayude a solucionar el problema de hacinamiento.
La nueva cárcel, cuyos estudios previos han costado este año 77.5 millones de pesos, se construirá en un terreno de más de 164 hectáreas que forma parte del patrimonio del Gobierno del Estado y que se localiza junto a la carretera federal 180, entre Cancún y Leona Vicario.
Aun sin iniciar su construcción, el nuevo centro penitenciario ha requerido una inversión millonaria en estudios técnicos como el anteproyecto arquitectónico, estudios de geofísica y mecánica de suelos, Manifestación de Impacto Ambiental, levantamiento topográfico y trabajos de inspección arqueológica, todos realizados entre julio y octubre de este año, según se desprende de la ficha técnica del proyecto.
En la mancha urbana
El actual Centro Penitenciario de Benito Juárez, ubicado en la Supermanzana 99, comenzó operaciones desde 1989 y fue construido para mantener en retención a 947 internos, sin embargo, tres décadas después, con el desarrollo de nuevos asentamientos humanos, la cárcel quedó rodeada de una mancha urbana densamente poblada.
De acuerdo con el Gobierno del Estado, esta situación no sólo le impide a la cárcel expandirse, sino que genera una serie de problemas que se buscan resolver con la construcción del nuevo centro penitenciario.
El gobierno argumenta que, debido a que la cárcel está rodeada de zonas habitables, no es posible la instalación de sistemas de inhibición de señales de telefonía, que ayuden a mitigar el problema de extorsiones. Además, su ubicación actual afecta a la población por su influencia criminógena del entorno; asimismo, las bandas delictivas rondan los penales, buscando el contacto con amigos o familiares privados de la libertad.
Otros de los problemas detectados en la cárcel de Cancún es que se vuelve difícil establecer medidas de seguridad perimetral y hay un elevado riesgo de evasiones y motines provocados por la lucha entre grupos de reos.
Cárceles sobrepobladas
Actualmente, la cárcel de Cancún alberga a mil 825 personas, es decir, existe una sobrepoblación del 92.7%, lo que mantiene condiciones severas de hacinamiento. En algunas celdas de nueve metros cuadrados viven hasta 12 internos, cuando inicialmente se diseñó para mantener sólo cuatro por celda.
Actualmente, Quintana Roo cuenta con cuatro centros penitenciarios en Benito Juárez, Solidaridad, Cozumel y Othón P. Blanco, que albergan a un total de tres mil 701 internos. Benito Juárez tiene la mayor cantidad de reos con mil 825, seguido de Othón P. Blanco con mil 236 internos, Solidaridad con 525 personas y Cozumel con 115.
En el caso de la cárcel de Cancún, la tasa de sobrepoblación ha ido en aumento en los últimos años, ya que de 2020 a 2021 se mantenía en un 8%, pero al cierre de 2022 aumentó a 14.8%, la cual es considerado por las autoridades de seguridad como una de las tasas más altas a nivel nacional.
Las autoridades advierten que cualquier proyección de crecimiento, por conservadora que sea, resulta actualmente insostenible, porque existen 878 reos más de lo que realmente la cárcel está preparada para recibir y no permite cumplir con los estándares mínimos para garantizar los derechos humanos de los internos.