Gentrificación en Puebla inicia de forma “hormiga”, alertan hoteleros y comerciantes

La gentrificación en Puebla se comienza a dar de forma “hormiga”, ya que el sector hotelero detectó que al menos 10 casonas ofrecen alojamiento a extranjeros que llegan por temporadas de seis a un año, tiempo en que se quedan vacacionando y a la vez trabajan a distancia para sus empresas, ubicadas en Estados Unidos, Canadá y otros países de Europa.

Gustavo Ponce de León Tobón, director ejecutivo de la Asociación Poblana de Hoteles y Moteles, explicó que esas estancias prolongadas representan para el sector pérdidas, porque los dueños están rentando cuartos y no departamentos, lo cual constituye una afectación directa.

Ante ello, consideró urgente que las autoridades de la ciudad intervengan para regular la actividad de esos inmuebles que no tampoco son alquilados por Airbnb, ya que se promueven atrás de redes sociales y así es como los detectaron.

Refirió que hay más estadounidenses en esas casonas del Centro Histórico, las cuales están ofreciendo cada una, entre 30 y 35 cuartos, cuyos costos son 50% más baratos respecto a rentar una habitación en un hotel.

“Incluso en departamentos continúen siendo más baratos para los extranjeros respecto a tener uno en Nueva York o Los Ángeles, ya que tienen la facilidad de hacer home office durante un largo tiempo”, expuso.

Protestas pueden replicarse

Indicó que esta gentrificación que en la Ciudad de México está generando protestas sociales, no tarda en replicarse en Puebla si las autoridades tampoco intervienen para hacer que los dueños de casonas se regulen y cumplan con las normas de protección civil.

Mencionó que las familias son desplazadas por los dueños de casonas a través de elevarles las rentas hasta 70%, para que así se vayan a vivir a otras zonas fuera del Centro Histórico de Puebla.

Por su parte, el presidente del Consejo de Comerciantes del centro, José Juan Ayala Vázquez, explicó que los negocios tampoco se salvan de la gentrificación, ya que las rentas oscilan entre los 25,000 y 350,000 pesos al mes, costos con los cuales pequeños negocios no pueden seguir operando en la zona y migran a lugares más baratos de la ciudad.

Indicó que eso afecta a negocios tradicionales, ya que algunos son referentes para el comercio del centro, pero no tienen más remedio que salir de la zona.

Negocios en terceras generaciones

Reconoció que también las terceras generaciones que quedaron al frente de algunos negocios tuvieron malos manejos al no darle importancia a lo que tenían, pues no hicieron crecer sus ventas para poder pagar las rentas que van en aumento.

Indicó que la gentrificación es un riesgo en la actualidad, porque no solo genera la expulsión de la población originaria por el encarecimiento de la zona, sino también de negocios.

Aseveró que este fenómeno se empieza a notar, porque al menos 150 comercios se vieron obligados a dejar sus locales para irse a plazas comerciales en los alrededores al Centro Histórico o se van más lejos, ya que las rentas oscilan en 10,000 pesos.

Consideró que esa situación no es buena para la Angelópolis, porque empiezan a tenerse más franquicias o tiendas de conveniencia en el Centro Histórico en lugar de negocios que den identidad.

“No me imagino ir a Cuetzalan y ver pura franquicia en lugar de negocios tradicionales vendiendo artesanías y textiles”, apuntó.

Aun sin efectos graves

Ayala Vázquez reconoció que la gentrificación aún no genera efectos graves, pero sí ven que algunos inmuebles son adquiridos para tiendas de origen asiático y, con ello, negocios locales deben dejar los locales.

Reiteró que las rentas en el centro de la ciudad se salieron de la proporción respecto a las ventas de algunos comercios.

(Con información de El Economista)

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