El nivel de almacenamiento de las presas en Querétaro ha alcanzado UN 78% de su capacidad debido a las lluvias de las últimas semanas. De acuerdo con el reporte más reciente de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), 14 cuerpos de agua se encuentran al 100% de su capacidad, sin que hasta el momento se reporten desfogues o intervenciones emergentes.
Estas cifras forman parte del balance hídrico de la entidad, que reporta que en las 26 principales presas y bordos, se cuenta con un 78% de almacenamiento lo que equivale a 160.97 millones de metros cúbicos de un total de 206.48. Las presas Santa Catarina, Pirules, El Zapote, Jesús María, San José y El Cajón, entre otras, ya están completamente llenas.
A pesar de estas cifras, la Coordinación Estatal de Protección Civil de Querétaro no ha emitido alertas específicas de desfogue. En sus canales oficiales, como su página de Facebook, informaron que mantienen una estrategia de prevención activa en coordinación con los municipios y cuerpos de emergencia, incluyendo limpieza de drenes, monitoreo de cauces y atención a situaciones de riesgo.
En la capital queretana, el pronóstico del clima indica un 50% de probabilidad de lluvia, mientras que CONAGUA ha advertido de posibles chubascos en la región con acumulaciones de 5 a 25 milímetros. Estas precipitaciones podrían incrementar los niveles de ríos y arroyos, con el riesgo de encharcamientos e inundaciones, especialmente en zonas de alto riesgo.
En contraste con las presas llenas, algunas presentan niveles bajos, como la de Santiago Mexquititlán en Amealco, con apenas un 10.7% de su capacidad, y San Rafael en Huimilpan, con 31.3%. La presa El Batán, en el municipio de Corregidora, clave en el proyecto hídrico estatal, se encuentra al 44.4%.
Protección Civil reiteró el llamado a la población a mantenerse atenta a los comunicados oficiales, no difundir rumores, y colaborar en tareas de prevención, como evitar tirar basura en la vía pública y no acercarse a cuerpos de agua durante lluvias intensas. En esta temporada, subrayaron, la coordinación entre ciudadanía y autoridades es fundamental.
Hasta el momento no se reportan afectaciones mayores ni intervenciones extraordinarias, pero las autoridades se mantienen en alerta preventiva.
El monitoreo constante y el trabajo conjunto buscan mitigar cualquier posible riesgo por la acumulación de agua y las lluvias previstas.