Más de 600 casos de violencia detectados o cometidos en contra de niños y adolescentes se han registrado tan solo en los últimos nueve meses en los planteles de educación básica en Yucatán.
De acuerdo con información proporcionada vía transparencia por la Secretaría de Educación de Yucatán (Segey), de octubre de 2024 a junio de 2025 se han activado 683 protocolos de actuación en casos de violencia escolar y 59 Modelos Únicos de Atención Integral (MUAI).
Lo anterior señala que, en promedio, las autoridades educativas tomaron conocimiento de dos a tres casos de este tipo al día.
La Segey explicó que el Protocolo de Actuación se activa en situaciones de maltrato infantil, posible riesgo o delito sexual reportadas a personal educativo, ya sea en el contexto institucional, comunitario o familiar.
Asimismo, en casos de violencia escolar entre pares, alumnos de una misma institución, esa autoridad procede con la activación del MUAI, en los términos definidos por la Segey y demás autoridades competentes, lo cual no implica necesariamente la existencia o apertura de una carpeta de investigación penal.
Reportes
Con base en la información dada por la Segey, Mérida, Tizimín, Dzidzantún, Hunucmá y Tekax, son las localidades donde se han reportado más casos de acoso, abuso, violencia, intimidación y agresión escolar en los niveles de preescolar, primaria y secundaria.
Por esa misma vía de solicitud de datos, la Fiscalía General del Estado señaló que de enero de 2021 a junio 2025 se abrieron 331 carpetas de investigación relacionados a estos hechos en todos los niveles educativos.
Se han resuelto 102 expedientes, menos de un tercio de los casos. En todos ellos los agresores han sido estudiantes.
Según estos datos, del total de denuncias hechas ante los organismos de seguridad, solo el 31% de ellas llega a una resolución.
Dentro de los municipios con mayor tasa de denuncias presentadas en la Fiscalía figuran Mérida, Kanasín, Valladolid, Progreso y Umán.
Ante esto, los casos detectados por la autoridad educativa, solo el 48% llega a una denuncia.
Ambas dependencias estatales informaron que el nivel educativo secundaria tiene el mayor número de reportes de casos en Yucatán.
La Dirección de Investigación y Litigación “A” de la Fiscalía informó que en Mérida, en los últimos 10 años se tiene cuenta de 97 carpetas de investigación, de los cuales 71 agresores fueron docentes y 27 los alumnos —sin especificar el tipo de agresión—, aunque ninguno fue sancionado.
Se dijo que en este municipio los mayores reportes vienen de primarias.
Dentro de las investigaciones que sigue la Fiscalía se encuentra el protocolo de Michigan para las entrevistas, que busca obtener declaraciones de niños de manera sensible e imparcial, así como la intervención de un psicólogo y un representante legal de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Yucatán (Prodennay).
Casos anteriores
En días pasados, Johana Alvarado, una madre de familia, dio a conocer que interpuso una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán en contra de la Secundaria General número 1 “Santiago Burgos Brito”, en la colonia Itzimná, ya que se le negó la reinscripción a su hijo para el nuevo curso escolar.
En el anterior ciclo escolar, manifestó, había informado a las autoridades de ese plantel que su hijo era víctima de presuntos maltratos, humillaciones y violencia verbal por parte de un prefecto y una maestra.
En mayo pasado en la Secundaria Técnica No. 66 “Santa Rosa”, también en Mérida, se reportó un presunto caso de acoso escolar en la que una estudiante resultó con una hemorragia cerebral a causa de una agresión, lo que derivó en su hospitalización.
En aquella ocasión, la Segey dio a conocer mediante un comunicado de prensa que personal del área jurídica estableció contacto inmediato con la directiva del plantel.
Se informó que “de acuerdo con la versión recabada en la escuela, la situación se derivó de un conflicto entre dos estudiantes. La alumna presuntamente habría golpeado a un compañero con un envase de plástico, quien reaccionó jalando su mochila, lo que causó su caída”.
Se dijo que se tuvo acercamiento directo con la madre de familia de la alumna, para garantizar el acompañamiento institucional, así como el respaldo correspondiente ante esta situación, y se activó el Protocolo de Actuación en Casos de Violencia Escolar, conforme a los lineamientos vigentes y en coordinación con la Fiscalía y la Prodennay.
La integridad física y mental de la comunidad estudiantil se vuelve vulnerable ante estas violencias, que en ocasiones persisten y nunca fueron detectadas o denunciadas.
— MANUEL GARRIDO PÉREZ
(Con información de Diario de Yucatan)