Washington y Nueva York. El comandante en jefe Donald Trump desplegó a tropas de la Guardia Nacional en las calles de la capital de Estados Unidos y colocó a la policía metropolitana bajo comando del gobierno federal, al emplear una serie de datos distorsionados sobre índices criminales para justificar una “emergencia” para tomar el control de la seguridad pública en Washington D.C.
“En Washington hoy día, la tasa de homicidio es más alta que la de Bogotá, Colombia o de la Ciudad de México, y varios otros lugares que uno escucha que son los peores lugares de la Tierra”, declaró Trump en una conferencia de prensa anunciando las medidas. Flanqueado por la procuradora general, Pam Bondi y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, el presidente indicó que unas 800 tropas de la Guardia Nacional serían desplegadas en “los próximos días”.
La Orden Ejecutiva firmada por el mandatario este lunes declara una “emergencia pública” y coloca a los 3 mil 400 integrantes de la policía metropolitana bajo control del Departamento de Justicia, con el nuevo administrador de la agencia antidrogas DEA, Terry Cole, como comisionado federal interino de la policía local.
“Algo está fuera de control, pero vamos a controlarlo muy rápidamente como lo hicimos con la frontera sur”, declaró Trump. “Estoy anunciando una acción para rescatar a nuestra capital nacional del crimen, derramamiento de sangre, caos y miseria. Este es el Día de la Liberación en D.C. Vamos a retomar a nuestra capital’.
El gobierno federal ya asignó a cientos de agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), el Servicio de Control de Migración y Aduanas (ICE), la Agencia de control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego ATF y del Departamento de Seguridad Interna para patrullar las calles de la capital.
Como lo ha hecho anteriormente, el mandatario empleó una serie de afirmaciones distorsionadas y, en algunos casos, sencillamente falsas, para justificar sus acciones. Dijo que el número de homicidios por 100 mil residentes en Washington es mayor que Bogotá o la Ciudad de México, y que esta capital tiene una de las tasas de homicidio más altas del país, como también altas tasas de robos de autos entre otras cosas, todo lo cual es obra de “criminales sangrientos, bandas de jóvenes salvajes, maniacos y personas sin techo”. Por cierto, como parte de su nuevo plan, Trump dijo que tienen la intención de detener a todos los sin techo viviendo en las calles y deportarlos “muy lejos” de la ciudad.
Pero las estadísticas citadas por Trump son de 2023, y en los hechos la tasa de homicidios se ha desplomado en 65 por ciento ahora comparado con el 2023, y el número de robo de autos se ha desplomado 75 por ciento en ese mismo periodo, señalan datos oficiales del gobierno municipal. Según datos de la FBI, el crimen violento en la capital se desplomó 35 por ciento para 2024 comparado con el año anterior y que ahora estaba en su nivel más bajo en 30 años.
“No estamos padeciendo una alza en crimen”, declaró la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, algo reiterado por otros funcionarios de la ciudad.
Ante la noticia, cientos de residentes de la capital de inmediato marcharon frente a la Casa Blanca con pancartas declarando “No a la Guardia Nacional”, y “No al Gestapo en D.C.” como también “Que se vaya Trump”. Pero a pesar de las protestas, la Constitución de Estados Unidos establece que los residentes de este capital, como distrito federal, no tienen el derecho a representantes con poder de voto en el Congreso, y la ciudad solo empezó a gobernarse por un alcalde a partir de 1967.
El estado excepcional de la capital como un distrito federal ofreció al presidente una ruta fácil para declarar una emergencia y cumplir con su amenaza de ampliar los poderes presidenciales y tomar control de una ciudad con un gobierno local demócrata. Durante su campaña electoral, Trump amenazó que ante el “caos” en ciertas ciudades o estados controlados por alcaldes y otros funcionarios del Partido Demócrata, él impondría orden al tomar control federal de la seguridad pública en esas entidades.
Preguntado este lunes sobre si las medidas que está aplicando a Washington podrían emplearse en otras ciudades, el presidente mencionó a Chicago, Los Ángeles y Nueva York, pero no ofreció un calendario para hacerlo.
De hecho, sería mucho más difícil tomar control de la seguridad pública en esas ciudades de manera legal, tal como se ha ilustrado con su limitado intento de intervenir en Los Ángeles con el despliegue de tropas de la Guardia Nacional y hasta de los Marines.
La Casa Blanca difundió imágenes del cuerpo ensangrentado de un ex asistente en el gobierno de Trump, Edward Coristine – conocido por su apodo de tuitear “huevos grandes”, quien fue golpeado en un intento de robo de su auto por dos niñas de 15 años hace varias semanas, como también varios relatos trágicos de víctimas de crímenes que murieron. “Nos vamos a deshacer de barrios marginales”, declaró Trump. “Uno quiere tener seguridad en las calles”.
Pero no sería una conferencia de prensa de Trump sin un intento de vincular por lo menos parte de la violencia a extranjeros violentos y sugiriendo que políticos débiles con ideas liberales figuran entre los responsables para esta “emergencia” criminal. En su conferencia de prensa en la Casa Blanca este lunes, Trump se quejó de que se le ha impedido a la policía hacer su tarea por regulaciones que condicionan como pueden responder a ataques contra ellos de residentes y manifestantes. Trump prometió que no habrá ninguna limitación para restringir las acciones de la policía local en estas situaciones. “Son autorizados a hacer lo que demonios quieran”.
Advirtió que “si un criminal les escupe, la policía entonces debería pegarles, y pegar duro”. También prometió anular leyes locales que permiten que acusados puedan ser liberados bajo fianza en espera de sus juicios, como también las que otorgan indulgencia a jóvenes que cometen delitos antes de que cumplan 18 años de edad.
La Asociación de Alcaldes Demócratas, cuyas ciudades son el blanco de estas acciones, declaró este lunes que “seamos claros: el crimen ha bajado en la mayoría de las principales ciudades – incluyendo Washington D.C. – a pesar de Donald Trump, no por él. Mientras hay más trabajo que hacer, los alcaldes necesitan un socio federal que trabaje con ellos, y no en contra de ellos”.