Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el jueves que impondrá aranceles de cien por ciento a los medicamentos, de 50 por ciento a los gabinetes de cocina y tocadores de baño, de 30 por ciento a los muebles tapizados y de 25 por ciento a los camiones pesados a partir del 1 de octubre.
Las publicaciones en su red social mostraron que la devoción de Trump por los aranceles no terminó con los marcos comerciales y los impuestos de importación que se lanzaron en agosto, lo que refleja la confianza del presidente en que los impuestos ayudarán a reducir el déficit presupuestario del gobierno y a aumentar la producción nacional.
Si bien Trump no proporcionó una justificación legal para los aranceles, pareció estirar los límites de su papel como comandante en jefe al declarar en Truth Social que los impuestos sobre los gabinetes de cocina y sofás importados son necesarios “por seguridad nacional y otras razones”.
Apoyándose en la Ley de Expansión Comercial de 1962, el gobierno de Trump lanzó una investigación de la Sección 232 en abril sobre los impactos en la seguridad nacional de las importaciones de medicamentos farmacéuticos y camiones. El Departamento de Comercio lanzó una investigación de la Sección 232 sobre la madera, aunque no está claro si las tarifas sobre muebles deriva de ella.
Las consecuencias con precios más altos recaerán en los consumidores
Los aranceles son otra dosis de incertidumbre para la economía de Estados Unidos, con un mercado de valores sólido, pero un mercado laboral debilitado e inflación elevada. Estos nuevos impuestos sobre las importaciones podrían trasladarse a los consumidores en forma de precios más altos y frenar la contratación, un proceso que los datos económicos indican que ya está en marcha.
“Comenzamos a ver cómo los precios de los bienes se reflejan en una mayor inflación”, advirtió el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en una reciente conferencia de prensa, y agregó que el incremento del costo de los bienes representa “la mayoría” o potencialmente “todo” el aumento en los niveles de inflación de este año.
Trump ha presionado a Powell para que renuncie, argumentando que la Fed debería recortar sus tasas de interés de referencia de manera más agresiva porque la inflación ya no es una preocupación. Los funcionarios de la Fed se han mantenido cautelosos sobre los recortes de tasas debido a la incertidumbre creada por los aranceles.
Excluirá a laboratorios que ya construyen fábricas en EU
El mandatario manifestó en su red Truth Social que los aranceles farmacéuticos no se aplicarían a las empresas que están construyendo plantas en Estados Unidos, que definió como aquellas que están en construcción o iniciando construcción. No estaba claro cómo se aplicarían los aranceles a las empresas que ya tienen fábricas en el país.
En 2024, Estados Unidos importó casi 233 mil millones de dólares en productos farmacéuticos y medicinales, según la Oficina del Censo.
La posibilidad de que los precios se dupliquen para algunos medicamentos podría enviar ondas de choque a los votantes, ya que los gastos en atención médica, así como los costos de los programas de salud Medicare y Medicaid, podrían aumentar.
El anuncio sobre los medicamentos farmacéuticos fue impactante, ya que Trump había insinuado anteriormente que los aranceles se implementarían gradualmente para que las empresas tuvieran tiempo de construir plantas y trasladar la producción. En CNBC en agosto, Trump dijo que comenzaría cobrando un “pequeño arancel” sobre los productos farmacéuticos y aumentaría la tasa en el transcurso de un año o más hasta 150 por ciento e incluso 250 por ciento.
Según la Casa Blanca, la amenaza de aranceles este año contribuyó a que muchas grandes empresas farmacéuticas anunciaran inversiones para producción en Estados Unidos, incluidas Johnson & Johnson, AstraZeneca, Roche, Bristol Myers Squibb y Eli Lilly, entre otras.