Un largo y sinuoso camino

SABÍAS QUE? por Carlos Salomón

Estamos viviendo días difíciles en el mundo, donde si no hay guerra, hay recesión y México no es la excepción.

La tormenta se acerca y ya no le podemos echar la culpa al neoliberalismo.

Los síntomas y las sombras están aquí y allá, el estado mexicano no tiene excedentes para invertir o gastar en renglones fuera de lo estrictamente programado, pero cuando la tormenta llegue hay que proteger a los que menos tienen: los niños, los viejos y los más necesitados. 

Desde luego hay que mantener los programas sociales que han sacado de la pobreza a miles, sin embargo los fenómenos naturales los regresan de nuevo a la miseria, lo vimos con las inundaciones registradas en la zona de la Huasteca, en Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Puebla e Hidalgo, que en cuestión de minutos hicieron que se perdiera infraestructura como puentes y carreteras, viviendas y los enseres de cientos de hogares humildes.

También México registra una inversión extranjera pero a un costo mayor, ya que para que los inversionistas elijan nuestro país hay que dar un diferencial en las tasas de interés.

La inflación está relativamente controlada, no obstante los márgenes de operación económica son reducidos y cada día se estrechan más, en un mundo de guerra física o económica, además la lucha entre Estados Unidos y China provocan que, de una manera u otra, México vaya tomando partido. Tanto la paz del mundo como la economía están prendidas por alfileres, por lo que ante la tormenta debemos cuidar las zonas pobres y con paciencia enfrentar la tormenta para evitar que se nos vaya de las manos lo alcanzado, y como dirían Lennon y McCartney “estamos ante un largo y sinuoso camino” y solo nos queda proteger lo logrado, no buscar culpas y encontrar soluciones que beneficien a México, pero sobre todo, a los que menos tienen.

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