El presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño y la Empresa Familiar (ConComercioPequeño), Gerardo Cleto López, estimó que las pérdidas económicas por ventas no realizadas debido a los hechos de violencia en el Zócalo, son de al menos mil millones de pesos en alrededor de 3 mil 500 negocios establecidos en el Centro Histórico.
En entrevista, comentó que aún falta por contabilizar los daños en establecimientos que fueron vandalizados y el robo perpetrado en en el montepío Luz Saviñón, en la calle Palma, y que hasta el momento los encargados y dueños de joyerías aún no conocen los avances en las investigaciones por los daños y sustracción de mercancía durante la movilización del 2 de octubre pasado.
Mencionó que “el sábado fue pérdida de venta para joyerías, ópticas, tiendas de ropa y zapaterías, así como para la actividad turística, locales de vestidos de novia y 15 años. La gente no regresó al primer cuadro, sino que se fue a otros lados a realizar el consumo, como plazas comerciales, donde había filas de vehículos para entrar a los estacionamientos hasta muy noche”.
En El Buen Fin también se vieron afectados restaurantes y la movilidad de los turistas en los hoteles del Centro Histórico, insistió, y reprochó que no exista apoyo o incentivo fiscal de las autoridades locales para que “el tema del pago de impuestos corresponda a los días efectivos de venta”. Recordó que “en septiembre hay quienes pudieron trabajar seis días. En 24 días la mayoría enfrentó vialidades bloqueadas, movilizaciones, eventos en el Zócalo y octubre y noviembre sigue la dificultad para operar en los establecimientos.
“Los comerciantes han convivido por años, décadas, con las protestas, pero no como éstas, que son violentas y te llevan a la quiebra por personas identificadas como el bloque negro, que aún no son aprehendidas”, dijo.
Por su parte, la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) Ciudad de México refrendó el llamado a favor de “la aplicación de la ley y cero impunidad”, al mencionar que el sábado pasado “nuevamente se generó un desbordamiento violento y de provocación, por lo que debe haber efectos legales contra sus perpetradores, así como sanciones en los casos en los que se comprueben excesos de la autoridad policial”.
Las detenciones, “desde nuestro punto de vista, marcan un camino basado en la legalidad, pero aún siguen libres y sin consecuencias los delincuentes, quienes aprovechando la marcha del 2 de octubre saquearon y robaron joyerías del Centro Histórico”, lamentó.








