¿Qué es ser latino en Estados Unidos?

De acuerdo con la última actualización de la Oficina del Censo de los Estados Unidos, publicada en julio de 2014, hay 55 millones de hispanos en ese país. Esta cifra, que responde a una necesidad estadística, parece agrupar en una sola masa lo que en realidad es una comunidad compleja y diversa. La muestra fotográfica “Cotidiano Latino”, que se exhibe en el Centro Cultural de España en México hasta el 24 de julio, explora las similitudes y las diferencias, los problemas y los sueños de los latinos.

“Somos casi incapaces de decir qué es ser latino. No tiene nada que ver un boliviano con un panameño o con un indígena de Oaxaca con un chilango. Son combinaciones muy complejas y eso lo llevamos a un país como Estados Unidos. Ahí confluye todo. No sólo lo latino, pero de lo latino confluye todo”, dice Claudi Carreras, fotógrafo español encargado de la curaduría de “Cotidiano Latino”. La muestra llega a México tras un largo recorrido por Estados Unidos y otros países de América Latina que comenzó en 2011.

De la mano de 12 fotógrafos de orígenes tan diferentes como las realidades que retratan, “Cotidiano Latino” explora la vida y las costumbres latinas en un lugar ajeno, pero adaptable en la medida de las posibilidades Si bien esta parte de la identidad latina se circunscribe a la vida en otra parte, es ese nuevo lugar el que permite comparar e intentar entender a ese grupo por una necesidad del otro. “El concepto ‘latino’ es muy reduccionista, pero para entender algo intentas acotarlo”, dice Carreras.

Las perspectivas de los fotógrafos van de lo burlón a lo melancólico. Por ejemplo, la peruana Susana Raab, quien vive en Washington, ofrece una mirada humorística a los latinos en un rodeo en Texas; mientras Katrina D’Autremont aborda la distancia y la cercanía de un núcleo que no comparte el idioma: Su familia materna habla español, pero ella no, por lo que en sus visitas hace retratos que convierten el choque cultural en un dibujo de la intimidad.

Dos de las propuestas con más fuerza comparten salas y presentan ideas contrastantes sobre la identidad del migrante. Mientras el fotógrafo brasileño Calé desenfoca a los protagonistas de sus imágenes para darle fuerza a un fondo explícitamente neoyorquino, reflexionando sobre el momento en el que la línea entre la persona y su contexto se desvanece, Carlos Álvarez Montero responde con los desafiantes retratos de Racial profiling, una serie que presenta a mexicanos a los que en más de una ocasión les han dicho “Tú no pareces mexicano”, tanto por su aspecto, como por su éxito.

Si bien la exposición podría definirse, parcialmente, por su colorido, es en la sala final en la que este detalle explota. La primera parte presenta brillantes imágenes del español Ricardo Cases, quien sigue a algunos cubanos que intentan encontrar su lugar en Miami. Finalmente, se encuentra la serie mejor conocida –pero no por ello menos poderosa– de “Cotidiano Latino”: Las imágenes de la mexicana Dulce Pinzón, protagonizadas por inmigrantes disfrazados como superhéroes, pensando en ellos como una parte indispensable de la sociedad de la que ahora forman parte.

“Ahora con las elecciones, el concepto de lo latino toma toda relevancia porque se habla de ello como si fuera algo pero es muy complicado. Tienes desde ricos venezolanos que se fueron a salvaguardar sus fortunas, hasta gente que ha cruzado el desierto a pie. Entre estos extremos hay todo, es una comunidad variadísima en todos los niveles. Queremos que el espectador reflexione un poco sobre este poliedro tan complejo”, concluye el curador.

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