Luego de que el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) coordinara la fabricación de los polémicos ventiladores artificiales Ehécatl 4T y Gätsi para apoyar a personas con Covid-19 en estado crítico, la institución que encabeza María Elena Álvarez-Buylla ha dado el siguiente paso de lo que considera “la nueva industria mexicana para salvar vidas”.
Se trata de la creación de Serimédica de México SAPI de CV, una empresa mixta capaz de producir 24 mil dispositivos médicos al año —incluidas las versiones más avanzadas de los ventiladores Ehécatl 4T y Gätsi— para atender las necesidades del sector público de salud, indican distintos documentos del Conahcyt e informes gubernamentales consultados por La Verdad Noticias.
En medio de la pandemia, notas periodísticas dieron cuenta que los ventiladores en cuestión resultaron 88 por ciento más caros, se entregaron 18 meses después de la fecha pactada y sólo servían como equipo de emergencia y no como de uso prolongado debido a lo básico de su tecnología.
Además del Conahcyt, Serimédica cuenta con la participación de la empresa DTM Tecnologías (cuyo nombre comercial es Dydetec), misma que Álvarez-Buylla había exhibido durante la conferencia mañanera del 21 de octubre de 2020 como una de las compañías privadas más beneficiadas por los fideicomisos científicos que existieron durante las administraciones del PRI y el PAN, y que el actual gobierno desapareció por considerarlos “discrecionales” y “opacos”.
DTM Tecnologías es la firma detrás del desarrollo del ventilador Gätsi. Su fundador y CEO, José Ricardo Ballesteros Gutiérrez, forma parte de la nueva Junta de Gobierno del Conahcyt, instalada el pasado 9 de junio, en representación del sector privado.
A esta empresa el Conahcyt de la 4T ha entregado más de 100 millones de pesos para el desarrollo de sus respiradores artificiales, en apenas tres años.
En la nueva compañía también participa el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDESI), centro público de investigación del Conahcyt encargado del diseño y fabricación del modelo Ehécatl 4T.
El Quinto Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador —presentado el pasado 1 de septiembre— indica que se formalizó “la primera empresa mixta, Serimédica de México, que conjunta esfuerzos del Gobierno de México y la iniciativa privada, la cual estará enfocada en la producción de dispositivos médicos de alta especialidad para salvar vidas (ventiladores, stents cardiacos, torres de flujo, monitores fetales, entre otros)”.
Aunque el informe presidencial no da más detalles, el Programa Anual de Trabajo 2023 del Conahcyt asegura que esta empresa representa “un paso más para recuperar la rectoría del Estado en materia de HCTI (Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación)” y que implicaría “ahorros de miles de millones de pesos (para el erario) en la adquisición de dispositivos médicos”.
De acuerdo con el documento “Talento mexicano para el crecimiento y la relocalización”, publicado en abril de este año por la Secretaría de Economía, Serimédica generará otros beneficios económicos como regalías, pólizas de mantenimiento y refacciones, actualizaciones sin costo y menores tiempos de respuesta en la atención de mantenimientos y reparaciones.
Agrega que contará con una inversión casi a partes iguales (49 por ciento pública y 51 por ciento privada).
De hacer ventiladores a la “soberanía tecnológica”
El Conahcyt considera que los ventiladores mecánicos Ehécatl 4T y Gätsi —con los que, según sus datos, se atendió a más de 16 mil pacientes graves afectados por el SARS-CoV2— “sentaron las bases de la nueva industria mexicana para salvar vidas, denominada Serimédica de México”.
Añade que esta acción no sólo generará ahorros al erario, sino que se erige como un esfuerzo sólido “a favor de la soberanía tecnológica de nuestro país”.
Esta historia comenzó el 23 abril de 2020, poco después de que la pandemia de Covid-19 golpeara a México. Ese día, María Elena Álvarez-Buylla anunció que el Consejo se encargaría de producir ventiladores artificiales con tecnología 100 por ciento mexicana para brindar soporte vital a los enfermos graves de Covid.
Aunque se comprometió a entregar el 15 de mayo los primeros ejemplares, fue hasta el 14 de julio de ese año que la titular del Conahcyt presentó los dos modelos durante la conferencia matutina del presidente López Obrador.
El primero, realizado por el gobierno mexicano, fue bautizado como Ehécatl 4T (en alusión al dios del viento en náhuatl); y el segundo, fabricado por DTM Tecnologías (Dydetec), recibió el nombre de Gätsi (que en otomí significa suspiro).
Durante esa conferencia, la titular del Conahcyt destacó: “estamos viviendo el nacimiento de una empresa nacional, de una industria nacional para salvar vidas”.
Meses después, el 6 de octubre de 2020, José Pineda Castillo, quien lideró la fabricación del ventilador Ehécatl, expuso la posibilidad de crear una nueva industria con base en esos respiradores una vez que pasara la pandemia.
“Las expectativas que se tienen ahora por los buenos resultados obtenidos es que, una vez que pase la pandemia, se pueda crear una industria nacional con base en estos ventiladores”, dijo en una videoconferencia organizada por el Congreso de Sinaloa.
Apoyos a DTM Tecnologías
En su último documento anual de avances y resultados del Programa Institucional 2020-2024, el Conahcyt señaló que en 2022 inició actividades el proyecto “Manufactura prototipos para el desarrollo de estudios de caracterización, estudios preclínicos y clínicos de Torres de Alto Flujo, Concentradores de Oxígeno de 5 y 10 L/min”, a cargo de DTM Tecnologías, con lo que se reafirmaba “el compromiso de continuar fomentando la creación de una industria para salvar vidas (Serimédica)”.
A través de su dirección adjunta de Desarrollo Tecnológico, Vinculación e Innovación, el Consejo ha destinado recursos a este proyecto por 13 millones 854 mil pesos entre 2021 y 2022.
Además, desde que inició la pandemia hasta el segundo trimestre de este año, la agencia que encabeza Álvarez-Buylla ha entregado a DTM Tecnologías 88 millones 890 mil pesos para la manufactura, logística de distribución, instalación, capacitación en el uso e introducción de elementos de mejora de sus ventiladores modelo Gätsi.
En total, la empresa que dirige Ricardo Ballesteros ha recibido más de 100 millones del Conahcyt en los últimos tres años, sólo para el desarrollo de sus ventiladores de terapia intensiva.