Huírivis, Guaymas, Sonora. Aun cuando se dijo confiado en que habrá continuidad en la transformación, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a sus colaboradores a “se precavidos” y aplicarse en los diez meses que quedan de su gobierno para cumplir con los compromisos. Así, exigió fechas a los funcionarios encargados de los diversos puntos del Plan de Justicia para los Pueblos Yaqui y finalmente sellar esas acciones antes de concluir su mandato.
Frente a los gobernantes tradicionales de los ocho pueblos yaqui, el mandatario federal escuchó sus peticiones y verificó los avances del plan de su gobierno en materia de territorios, agua y bienestar para estas comunidades originarias.
Así, festejó su cumpleaños número 70, “a ras de suelo”, como previamente había descrito el gobernador Alfonso Durazo, a lado de este pueblo históricamente relegado, abusado y discriminado.
“Pensando en el tiempo que nos queda, diez meses, tenemos que avanzar, y aprovecho para hacer un llamado a todos los servidores públicos para que nos apliquemos a fondo y podamos avanzar lo más posible. La verdad es que estoy seguro que va a haber continuidad, pero es mejor actuar de manera precavida.
“Va a haber continuidad, el pueblo está apoyando la transformación, pero no debemos de confiarnos, tenemos que avanzar lo más que se pueda. El presidente (Benito) Juárez decía: ‘Avancemos, aprovechemos el tiempo, para que si los reaccionarios nos vencen, que les cueste trabajo dar marcha atrás a lo que ya se avanzó a lo que ya se logró’. Por eso tenemos que aplicarnos más en estos diez meses”, rubricó.
Fue entonces cuando ante cientos de pobladores de las comunidades yaquis que se dieron cita en el acto realizado en este pueblo —cercano al Mar de Cortés—, el jefe del Ejecutivo comprometió a los funcionarios encargados de cumplir con los objetivos del Plan de Justicia Yaqui a apresurar las fechas para entregar todos los compromisos a esta etnia.
En el tema hídrico, para tener lo más pronto posible tanto el Acueducto Yaqui, que dotará de agua a estas comunidades, y un distrito de riego, pidió a los funcionarios de la Comisión Nacional del Agua presentes, encabezados por el director Germán Martínez, fechas para poder inaugurarlos e incluso antes, completar el trámite para transferir su operación a los líderes originarios.
“¿Cuándo entregamos el manejo (la operación de estas obras)?”, preguntó al director de Conagua. Martínez calculó y comprometió a junio del próximo año.
“No, no lo acepto”, replicó López Obrador. “Eso ya este año, no esperemos a febrero ni junio, eso ya este año. ¿Cuándo lo entregamos? Porque eso es una cuestión de trámite. ¿De qué depende?”.
El titular de la Conagua volvió a hacer cálculos y soltó que probablemente en diciembre. Entonces, el jefe del Ejecutivo señaló que será el 1 de diciembre próximo cuando se dé esa transferencia en el manejo, y aunque no estará presente —porque inaugurará ese día el aeropuerto de Tulum, Quintana Roo—, aseguró que en esa fecha se entregará el manejo a los yaquis.
Asimismo, aseveró que el la última semana de febrero estará de regreso en estos territorios para inaugurar el acueducto, y para junio, una semana después de las elecciones, el día 9, retornará para entregar el distrito de riego.
En cuanto al plan de bienestar, dijo que se tomarán en cuenta las peticiones de los gobernantes tradicionales del pueblo yaqui. Y encargó al gobernador Durazo y al titular del Instituto para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Adelfo Regino Montes, avanzar en ese rubro.
“Hay que avanzar más para terminar lo del hospital para agosto; hay que avanzar en todo lo que tiene querer con desarrollo urbano, vivienda, con los caminos, con la electrificación, en fin, terminar todo”.
López Obrador se comprometió además a que no sólo volverá a la zona yaqui antes cuando se inauguren el acueducto y el distrito de riego, sino antes de concluir su sexenio lo hará una tercera ocasión.
“Nos vamos a seguir encontrando, me da mucho gusto estar aquí con ustedes, tengo la dicha de llegar bien, porque el creador y la ciencia me lo permiten a mis 70 años, y quise venir aquí con ustedes —lo que le valió un aplauso de los presentes—. Soy muy agraciado, afortunado, me siento muy feliz, porque estoy haciendo lo que me gusta (…) estoy muy contento de conmemorar aquí con ustedes los 60, 70, ya no me acuerdo cuántos años —en ese momento los aplausos se transformaron en risas—, decirles que vamos a seguir luchando por la justicia, por la democracia, por la libertad y por la soberanía de nuestra gran nación, nuestra soberanía nacional, vamos a seguir luchando por México, por los que vienen, por las nuevas generaciones”.