LA HABANA, 20 de noviembre .– Funcionarios de Cuba y Estados Unidos discutieron el martes en La Habana sobre asuntos migratorios en medio de un desplazamiento masivo de cubanos que en últimos meses siguen viajando hacia la nación estadounidense.
La reunión se produce mientras tiene lugar un activo flujo migratorio de cubanos a través de la frontera sur de Estados Unidos, vía Nicaragua o México, provocado en parte por la crisis económica que golpea a Cuba con desabastecimientos de medicinas, alimentos y combustibles, entre otros bienes.
La Habana, sin embargo, ha culpado a Washington de la migración irregular por la aplicación de múltiples sanciones que impone a la isla y el trato privilegiado que ofrece a los cubanos al llegar a su territorio, causas que motivan el flujo migratorio.
“Hemos reiterado que las medidas de reforzamiento de bloqueo económico y que en especial la inclusión de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo, tienen un impacto directo en las condiciones de vida de la población cubana, en las motivaciones que tienen los cubanos para emigrar”, dijo el vicecanciller cubano, Carlos Fernández de Cossío, en una conferencia de prensa.
Estados Unidos, por su parte, señaló en un comunicado que “las conversaciones (…) subrayan nuestro acuerdo de mantener un compromiso constructivo con el Gobierno de Cuba (…)”.
Y añadió que estas reuniones también “son coherentes con nuestro interés en fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”.
Según cifras oficiales de las autoridades estadounidenses, en el año 2022 han llegado a Estados Unidos por tierra más de 300.000 cubanos y otra cifra considerable se lanzó al mar buscando la costa de Florida aunque la gran mayoría han sido regresados a la isla caribeña.
Ambas delegaciones coincidieron en afimar que “sigue siendo un objetivo primordial garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular entre Cuba y Estados Unidos”.