Según un reciente análisis San Francisco y Washington ofrecen estándares de vida superiores para la clase media y trabajadora a pesar de sus elevados costos.
Un reciente estudio del Instituto Ludwig para la Prosperidad Económica Compartida reveló que, pese a los altos costos de vida, algunas de las ciudades más costosas de Estados Unidos, como San Francisco y Washington, ofrecen los mejores estándares de vida para hogares de clase media y baja.
El informe se centró en el bienestar económico de residentes de clase media y trabajadora en las 50 áreas metropolitanas más grandes de Estados Unidos, teniendo en cuenta factores como el costo de bienes básicos y servicios, el incremento de estos costos en las últimas dos décadas, los salarios y la empleabilidad general.
Los resultados indicaron que las ciudades con mejores desempeños presentan una distribución más equitativa de empleos en diferentes niveles salariales, posicionando a San José, California en la cima de la lista, según el análisis de Bloomberg.
“En todo el país se observan los dos extremos del espectro: comunidades en las que las familias de clase media y trabajadora se desenvuelven bien y otras en las que la supervivencia financiera sigue siendo una lucha”, dijo a Bloomberg Gene Ludwig.
También se establece que el 60% de los estadounidenses tiene problemas para cubrir las necesidades básicas, como consecuencia de un incremento en el costo de productos esenciales como la vivienda durante la oleada inflacionaria provocada por la pandemia del Covid-19. “Para los estadounidenses de ingresos medios y bajos, dondequiera que esté en Estados Unidos, no les está yendo muy bien”, dijo Ludwigen entrevista con CBS MoneyWatch.
Las zonas de San José y San Francisco en California se distinguen por tener salarios más altos que han ayudado a contrarrestar el aumento de precios. Como explicó a Bloomberg Philip Cornell, miembro del equipo de investigación: “Si tienes un salario medio en Los Ángeles e intentas cubrir tus necesidades básicas, te estás quedando atrás. Mientras que en San José, la persona con ingresos medios lo está haciendo mejor”.
San José lidera la lista de 50 áreas metropolitanas en ingreso residual y el cuarto en lo relacionado con el poder adquisitivo de sus residentes en comparación con hace 18 años, mientras que ciudades como Seattle en Washington, muestran los peores resultados, donde el estándar de vida no logra igualar el aumento de los precios.
Por su parte, ciudades como Nueva York y Los Ángeles están entre las áreas metropolitanas donde las familias de clase media y trabajadora están sufriendo más, con un factor común: la alta proporción de trabajos mal remunerados.
En Las Vegas, casi dos tercios de los trabajadores tienen ocupaciones de bajo salario, y en Miami esta cifra es del 56%. “Significa que hay más empleos con salarios bajos y de ingresos medios que empleos con salarios medios y altos”, señaló Ludwig a CBS. En contraste, la cifra típica nacional ronda el 35% y ciudades que muestran un mejor desempeño, como Austin y Baltimore, tienen un porcentaje menor que la media nacional.
Según el análisis de la Comisión Económica Conjunta del Senado, a corte de octubre de 2023, una familia promedio en Estados Unidos requiere aproximadamente 11.400 dólares anuales adicionales para mantener el mismo nivel de vida que en enero de 2021.
Por otro lado, el incremento en vivienda medido por el IPC ha sido del 54%, pero Ludwig objeta que el alquiler típico para hogares de ingreso medio y bajo ha subido un 149% y argumenta que el IPC, que se basa en un conjunto de bienes y servicios, que incluye artículos que no impactan significativamente en la cotidianidad de las familias de clase media, lo que resulta en una representación inexacta de sus auténticas experiencias económicas.
“En los últimos 20 años, la inflación para los estadounidenses de ingresos medios y bajos ha sido más alta que para los estadounidenses de ingresos altos”, explicó. “El crecimiento de los salarios no ha seguido un ritmo tal que la situación actual es peor que hace 20 años”.
Ludwig sostiene que una distribución equitativa de la riqueza generada por el crecimiento económico de los Estados Unidos es vital para mantener la clase media y asegurar una sociedad estable. Dicha distribución permitiría a las personas de ingresos medios y bajos tener acceso al “sueño americano”. Sin embargo, alerta que la tendencia actual se está moviendo en dirección contraria a este ideal, lo que podría generar desequilibrios significativos a largo plazo.