Un polígono de 20 mil 810 hectáreas dentro de cinco municipios jaliscienses en la cañada del río Verde, que incluye pueblos como Temacapulín destinados hasta hace un par de años a desaparecer por la inundación que provocaría la construcción de la presa El Zapotillo, fue declarado zona de restauración ecológica tras la publicación de un edicto este lunes en el Diario Oficial de la Federación.
El edicto será publicado durante tres días hasta el miércoles y se estima que la semana próxima podría aparecer en el Diario Oficial de la Federación con la firma del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que daría pie a iniciar con la restauración que incluiría a los municipios de Cañadas de Obregón, Mexticacán, Yahualica de González Gallo, Jalostotitlán y Teocaltiche.
En Cañadas de Obregón están Temacapulín y Palmarejo, mientras en Mexticacán se asienta Acasico, que son los tres poblados cuyos habitantes serían desplazados por la inundación que causaría la presa El Zapotillo, proyecto que en 2021 el presidente López Obrador decidió reanudar pero con modificaciones en la altura y estructura del embalse para evitar la inundación de las comunidades, tal como los pobladores pedían.
El “Decreto por el que se declara zona de restauración ecológica de la región de la presa El Zapotillo en la zona de las comunidades de Temacapulín y Palmarejo, municipio Cañadas de Obregón, Acasico municipio de Mexticacán y municipios de Yahualica de González Gallo, Jalostotitlán y Teocaltiche, en el estado de Jalisco”, señala que en esas casi 21 mil hectáreas existen ecosistemas en “puntos de inflexión” que ponen en riesgo los medios de vida de pobladores y de los proyectos regionales.
Eso, señala el documento, justifica la intervención del estado para “recuperar las condiciones ambientales y el equilibrio ecológico” con acciones de restauración.
El abogado ambientalista Guadalupe Espinoza Sauceda, recién nombrado magistrado del Tribunal Superior Agrario y quien fue artífice de la defensa jurídica que impidió la inundación de las comunidades, dijo que tras la declaratoria ahora se espera que se den a conocer programas de restauración concretos, que detallen cómo recuperar la zona.
Entre otras cosas, la declaratoria impedirá la extracción de material pétreo del lecho del río, el uso del fuego para actividades agropecuarias, el aprovechamiento intensivo de parcelas para forrajeo y cambios de uso de suelo en terrenos forestales.