Los cuerpos de dos migrantes que el jueves murieron ahogados en el Río Bravo, cuando intentaban cruzar de Matamoros, Tamaulipas, a Brownsville, Texas, no han sido recuperados debido a que autoridades de México y Estados Unidos no han definido a quién corresponde la búsqueda.
Carlos N., oriundo de Venezuela, y Jackson Muscar, de Haití, se hundieron en las aguas heladas del cauce. El punto por donde ingresaron al caudal se ubica a unos metros del Puente Nuevo Internacional.
Carlos logró llegar, junto con su esposa y dos hijos, de 15 y ocho años, hasta la mitad del río; resbalando entre el lodo ayudó a su pareja a subir al barranco. Sin embargo, atrás de él un haitiano manoteaba desesperado porque se estaba ahogando; trató de ayudarlo y llevarlo a la orilla, pero no pudo.
En una grabación se observa como Carlos intentó regresar a la orilla texana con su familia, pidió al haitiano que lo soltara pero este lo abrazó y los dos se hundieron en las aguas fangosas, perdiéndose entre el lirio y la basura, en presencia de su esposa e hijos.
Trasladan a migrantes desde Piedras Negras, Coahuila
Unos 600 migrantes, originarios de Centro y Sudamérica, que fueron interceptados en el trancurso del viernes en la garita del Instituto Nacional de Migración (INM) ubicada en el kilómetro 53 de la carretera federal 57, en Coahuila, fueron llevados en camiones hacia el aeropuerto de Piedras Negras, para presuntamente ser trasladados al centro y/o sur del país.
De acuerdo con fuentes de la dependencia federal, el primer viaje se efectuó la madrugada de ayer, en un avión comercial de la empresa Magni Charters; los vuelos continuaron durante el día y el último fue alrededor de las 18 horas, con 130 extranjeros abordo.
Algunos funcionarios del INM señalaron que los indocumentados tenían como destino la Ciudad de México; sin embargo, otras fuentes del instituto indicaron que serían llevados a estados del sureste del país.
Esto sucede después de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, sostuvieron el jueves una conversación telefónica sobre el tema migratorio y luego de que ayer se anunció que a partir de este domingo se reanudarán operaciones en los puentes ferroviarios internacionales en Eagle Pass y El Paso, Texas.
Mientras, unas 245 personas provenientes de Centro y Sudamérica que llegaron la noche del miércoles al sur del estado de Chihuahua caminado por la carretera que comunica con el estado de Durango, recibieron refugio por parte del Ayuntamiento de Jiménez.
Ayer, al menos unos 140 de los extranjeros continuaron su viaje hacia Ciudad Júarez, donde decenas de personas continúan en la puerta 36 del muro fronterizo para buscar una oportunidad de pedir asilo en territorio estadunidense.
Por otra parte, cientos de venezolanos quedaron varados a un costado del eje ferroviario que atraviesa la ciudad de Zacatecas, debido a que trabajadores de la empresa Ferromex, en coordinación con elementos de la Guardia Nacional y del INM, los bajaron del tren, para impedir que se trasladaran a la frontera norte.
