Xalapa, Ver. “Es absurdo que nos digan que tenemos tránsito libre pero nos hagan caminar 57 días consecutivos bajo el sol, agua, frío, lluvia y no nos permitan abordar un autobús o algún medio de transporte que autorice migración para llegar a la frontera norte”, comentó Paulo Ballesteros Flores, coordinador de la Caravana Migrante integrada por más de 500 migrantes procedentes de ocho países de centroamérica, que este día llegó a Ixtaczoquitlán en su camino hacia la frontera norte de México.
Los integrantes de la Caravana Migrante salieron de sus países en Centroamérica hace 57 días, por diversas razones que van desde la inseguridad que promueven las pandillas, los actos de represión de gobiernos autoritarios y la falta de oportunidades de empleos bien pagados.
El 30 de octubre, el grupo de migrantes cruzó la frontera de Quetzaltenango, Guatemala, para cruzar por Tapachula, Chiapas, donde comenzó su travesía por territorio nacional. En su viaje, han caminado bajo temperaturas extremas bajo el sol, lluvia, poco acceso a alimentos, o agua, que han mermado la salud de algunos de los integrantes.
La caravana de migrantes pidió al gobierno mexicano que les permita rentar autobuses que los trasladen a la frontera con Estados Unidos, pero las autoridades les han impedido tomar esta vía, y únicamente les permiten continuar caminando.
“Es ilógico ver sufrir a tantos niños y mujeres y no poder hacer nada, cuando ellos tienen la potestad para que podamos abordar un autobús o algún medio de transporte que nos lleve a la frontera norte”, insistió Ballesteros Flores, desde el Parque del Ejido Cuautlapan, ubicado junto al Ingenio El Carmen, donde la caravana se detuvo a descansar antes de continuar su viaje.
Dentro de esta caravana, conformada por 128 niños, 220 mujeres y 185 hombres, viajan personas como José Melvin Martinez, quien se hace acompañar de su esposa y su hija, en su travesía a Estados Unidos.
“Quiero ayudar a mi familia, tengo una familia muy pobre, una madre enferma, y sólo le pido a Dios llegar a donde tenemos que llegar para poder ayudar”, explicó.
Amilcar Alemán, otro integrante de la Caravana, quien abandonó Honduras debido a la falta de empleo.
Detalló que “en Honduras está difícil la situación, el empleo allá no se consigue. Allá de donde venimos, las empresas despidieron al 80 por ciento del personal, esperamos un tiempo para ver si se recuperaba el empleo pero pasaron seis meses, un año y más de un año y, entonces ya no pudimos seguir esperando”.
Se espera que la caravana migrante que llegó a Ixtaczoquitlán para descansar por unas horas, pronto reanude su camino hacia el norte del país. Es posible que busquen llegar a Orizaba o algún otro municipio de la zona de las Altas Montañas para pernoctar en un espacio y después continuar con su tránsito.