La caravana migrante conformada por alrededor de 2 mil extranjeros se topó con obstáculos mientras avanza por Oaxaca, debido a que la policía municipal de Juchitlán les impidió el paso a dicho poblado, por lo que tuvieron que seguir avanzando varios kilómetros bajo el sol hasta que encontraron un lugar donde descansar.
Esto ocurrió pese a que las autoridades oaxaqueñas habían prometido ayuda humanitaria para este contingente de migrantes, que partió desde Tapachula, Chiapas en la Navidad pasada. Además, siguen sin otorgarles visas humanitarias para que puedan abordar autobuses rumbo a la Ciudad de México.
Cabe señalar que esta caravana migrante, denominada “El éxodo de la pobreza” se reintegró luego de que fue disuelta por el Instituto Nacional de Migración (INM) en Chiapas, al prometerles visas humanitarias, sin embargo nunca les entregaron los documentos, por lo que los extranjeros decidieron retomar su camino rumbo a la frontera norte.
Rosa Vásquez, una de las coordinadoras que acompañan esta caravana migrante, indicó que fueron policías y pobladores en moto quienes impidieron que este contingente ingresara a Juchitlán, pese a que hay mujeres y niños deshidratados.
“No permitieron que entráramos a descansar en el parque municipal y no nos dejaron otra opción que caminar bajo el fuerte sol otros nueve kilómetros hacia la colonia Río Ostuta, donde ni siquiera quieren que descansen los niños y las mujeres deshidratados”, dijo la activista.
Los migrantes tuvieron que acampar en el cementerio de la colonia Río Ostuta, donde les fue enviado un contenedor de agua. Al respecto, Luis Rey García Villagrán, coordinador del Centro por la Dignificación Humana, pidió al gobierno de Oaxaca que no niegue la ayuda humanitaria, que apoye con agua y servicios médicos y sobre todo que hable con los presidentes municipales para que sean sensibles con los extranjeros.