Por tercera ocasión, en los últimos meses, Claudia Sheinbaum mostró su músculo político en el Monumento a la Revolución. Primero se despidió de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, luego cerró sus Asambleas Informativas en la interna de Morena; y ahora concluyó su precampaña en la carrera presidencial.
La precandidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, integrada por Morena, PT y PVEM, se mantuvo activa durante los últimos 60 días de precampaña, en los que recorrió más de 30 mil kilómetros a lo largo y ancho del país, de acuerdo a datos recopilados por La Verdad Noticias.
La ariete de la izquierda decidió escoger nuevamente el Monumento a la Revolución como escenario de un cierre más en su vida política, tras más de 101 eventos —públicos y privados— en diferentes estados de la República.
El evento se programó para comenzar a las 5:00 de la tarde, pero desde las primeras horas del día, en la capital del país, comenzaron a llegar autobuses con militantes y simpatizantes de Sheinbaum. Miles de personas motivadas por acompañar a la ariete presidencial comenzaron a asentarse en la Plaza de la República pasado el mediodía.
Con un escenario dirigido hacia el oriente de la ciudad, tumultos de personas esperanzadas para colaborar con su voto a construir el Segundo Piso de la Transformación, comenzaron a asentarse en vialidades como Avenida de la República, Tomas Alva Edison y Lafragua, en los alrededores del monumento.
Para amenizar a las personas que llegaban con horas de anticipación al cierre de precampaña, se presentaron bailes y ritmos sonoros característicos de Veracruz, como el Son Jarocho y previo a la llegada de Sheinbaum se transmitió “Claudia: El documental”, un largometraje estrenado por la morenista en el Teatro Metropolitan, en noviembre pasado.
También predominaron en el ambiente canciones propagandísticas de Claudia Sheinbaum y Morena que marcaban el ritmo al que ondeaban cientos de banderolas blancas y guindas con sellos del partido y de sindicatos afines a la Cuarta Transformación.
En el último mitin de precampaña de Claudia Sheinbaum se notó la ausencia de titulares de Secretarías de Estado, pero no así de legisladores de la alianza oficialista y demás personajes y liderazgos políticos, en su mayoría, morenistas.
Luego de semanas de ausencia, el excanciller Marcelo Ebrard robó los reflectores con su presencia en el escenario principal. Antes de él, subieron al templete políticos como la senadora Verónica Camino; la exfiscal capitalina, Ernestina Godoy; y poco después el diputado Gerardo Fernández Noroña; el exsenador Manuel Velasco; Adán Augusto López y Ricardo Monreal, entre otros.
Otros personajes como la escritora Elena Poniatowska y el director del Instituto Nacional de Formación Política de Morena, Rafael Barajas, también fueron espectadores estelares.
Con otros presentes como el coordinador morenista en el Senado, Eduardo Ramírez, la diputada morenista Julieta Ramírez, y exsenadores como José Carlos Ramírez Marín. La plaza que en otra época albergaría un Palacio Legislativo, fue testigo del músculo político de Claudia Sheinbaum a sólo cinco meses de las elecciones del 2 de junio.
Promete el Segundo Piso de la Transformación
Minutos antes de las 5:00 de la tarde, el maestro de ceremonias anunció la llegada de Claudia Sheinbaum a la Plaza de la República. Una distancia de casi 200 metros se convirtió en un trayecto de media hora. Hasta las 5:33 la ariete morenista arribó al templete.
Antes de la llegada de Claudia, el templete de invitados comenzó a llenarse de a poco, con sus más allegados. En las sillas de invitados especiales, el espacio estaba lleno, tal como los alrededores de la Plaza de la República en la Colonia Tabacalera.
Sheinbaum arribó al escenario flanqueada por un pasillo de rejas de menor tamaño que la separaban al menos un metro de sus seguidores y simpatizantes. Aún con esta distancia, la precandidata tardó más de media hora en llegar desde la acera de Av. de la República hasta el templete por las innumerables pausas que hizo en su trayecto para saludar y retratarse con sus simpatizantes.
Sus correligionarios la esperaban con pompas y aplausos, intercambiando palabras unos con otros, entre dirigentes nacionales de los partidos aliancistas, senadores y diputadas, y demás políticos y liderazgos del movimiento.
La precandidata del oficialismo subió al escenario, lo recorrió de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, saludó a todos sus invitados de mano, beso y abrazo, incluyendo a Ebrard, quien solo estuvo separado de Sheinbaum por dos personas: Mario Delgado y Karen Castrejón.
Tras las formalidades, Sheinbaum se sentó en el centro. A su derecha estuvo el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, y a la izquierda, el dirigente nacional del PT, Alberto Anaya. Una silla más a los costados estaban la secretaria nacional del partido guinda, Citlalli Hernández y la lideresa nacional del PVEM, Karen Castrejón. Otra silla más a los costados, Marcelo Ebrard y Adán Augusto.
Del lado de Adán estaban otros personajes como Monreal, Barajas, e Ignacio Mier; en segunda fila Ernestina Godoy y Verónica Camino.
Del costado de Ebrard, políticos como Noroña, Velasco y Eduardo Ramírez. En segunda fila, Geovanna Bañuelos, Julieta Ramírez, Olga Sánchez Cordero y hasta el expriísta Jorge Ramírez Marín. Éste último pasó la primera mitad del discurso cruzado de brazos, sin gesticular, ni aplaudir, contrastando con el resto de presentes.
“Ganamos la precampaña”, fue una de las primeras aseveraciones de Claudia Sheinbaum. “En el peor de los escenarios estamos a 20 puntos del segundo lugar”, dijo con énfasis y tono de ironía.
Desde un cielo de nubes aborregadas y teñidas por un sol en ocaso, se iluminó desde el poniente la cúpula del Monumento a la Revolución, bajo el cual la precandidata presidencial de Sigamos Haciendo Historia se comprometió con el pueblo mexicano a darle continuidad a la 4T y despotricó contra la derecha política del país. Incluso, sin mencionarlo, arremetió contra el expresidente del INE, Lorenzo Córdova.
Después de ser recibida con el grito “es un honor estar con Claudia hoy”, Sheinbaum aprovechó para reconocer el legado del presidente Andrés Manuel López Obrador y reiteró “es un honor estar con Obrador”.
Apoyada con su discurso impreso, Claudia Sheinbaum no escatimó en presentar diversos datos para sustentar los logros de la 4T y la continuidad del Humanismo Mexicano bajo su batuta.
Tras comprometerse con la austeridad republicana, el combate a la corrupción, la recaudación fiscal, la continuidad de los programas sociales así como del lema “por el bien de todos, primero los pobres”, la morenista advirtió: “Vamos por el Plan C”.
El último discurso de la precampaña de Claudia Sheinbaum cerró con la entonación del Himno Nacional Mexicano interpretado por la cantante mexicana, Eugenia León. El canto se coreó con solemnidad entre los presentes en el templete y con un Noroña con la mano levantada y la señal “V” de victoria.
Las cámaras no se olvidaron de Ebrard
La llegada de Marcelo Ebrard desató el ánimo conciliador entre todas y todos los presentes de la primera fila, incluidos los cinco contendientes que hace ocho meses participaron para encabezar al oficialismo en las urnas el próximo 2 de junio.
Aunque la reconciliación entre Ebrard y Morena tuvo lugar a mediados de noviembre pasado, el excanciller se mantuvo aislado de la precampaña presidencial de Sheinbaum. Contrario al resto de excontendientes como Adán Augusto, Monreal, Noroña y Velasco, incluso se involucraron en cargos de precampaña.
Con perfil bajo, Marcelo se mantuvo aislado de la opinión pública. De vez en cuando compartía opiniones y mensajes de apoyo a la 4T a través de redes sociales. Pero no fue sino hasta este jueves, en pleno cierre de precampaña de Claudia Sheinbaum, cuando Ebrard se reintegró al movimiento.
Con este acto, Sheinmbaum concluye la primera etapa rumbo a las elecciones presidenciales del 2 de junio, donde se decidirá la continuidad de la Cuarta Transformación o el regreso de la alternancia encabezada por el PAN, PRI y el PRD.