27/11/2023, Xalapa, Ver.- “Mi papá cruzó en el año 2000 a Estados Unidos con el objetivo de reunir dinero y casarse con mi mamá, lo cual logró hasta el séptimo intento, al partir de la localidad de Agua Prieta en Sonora”, relató Athenea Yael Juan Flores, estudiante de la Licenciatura en Lengua Inglesa de la Facultad de Idiomas de la Universidad Veracruzana (UV).
La joven compartió que una vez en el país vecino, su padre trabajó en Illinois y Texas, y juntó los recursos necesarios para volver y realizar la boda planeada.
“Al estar en Estados Unidos vivió la discriminación hacia los migrantes ilegales, pues en muchos lugares no son bienvenidos y reciben malos tratos de los habitantes locales”, comentó.
Añadió que hasta el día de hoy su progenitor asegura jamás regresaría.
Athenea Juan participó en la segunda edición del evento “Cruzar la frontera México-Estados Unidos. Testimonios”, organizado por el docente Víctor Hugo Vásquez Rentería, donde alumnos de la licenciatura visibilizaron historias de vida de hombres y mujeres que emigraron al país norteamericano, y lo que significó para sus familiares y conocidos.
Ángel Daniel Pérez Guzmán narró la experiencia de su tía, quien tuvo suerte y llegó en un par de días a la ciudad de Houston, en Texas, aunque ello no la libró de sentir mareos y enfrentar diversas adversidades antes de reunirse con su esposo.
“Partió muy joven y no recuerda ni por dónde cruzó, pero ya hace 21 años que radica en territorio estadounidense y no tiene planes de volver a México”, afirmó.
En su intervención, Alix Cruz Contreras relató el caso de una familia entera de migrantes; primero se fue el papá, después sus tres hijos, quienes se extraviaron en el desierto y perdieron contacto, pero gracias a una casualidad todos se reencontraron en un pequeño local comercial.
Por último, la mamá y la cuarta hermana se aventuraron a atravesar la frontera, en una travesía donde sortearon situaciones difíciles.
El estudiante mencionó que al día de hoy todos habitan en el mismo vecindario, por lo cual se le podría etiquetar a esta historia como un final feliz, pero debieron arriesgar la vida, lo que pudo derivar en un desenlace más trágico.
Finalmente, Jacqueline Terry Gallegos describió el viaje de su tía, quien enfrentó trayectos complicados y lo intentó cuatro veces antes de lograrlo.
“Ella enfermó de cáncer, y por esta situación toda su familia emigró a fin de solventar los gastos que conlleva el padecimiento; aunque ya sanó, tiene contemplado quedarse allá”, mencionó.
La estudiante manifestó que dejar atrás a los seres queridos es una decisión dura para los migrantes, pero la necesidad les obliga a sobrellevarla, lo cual significa vivir en un estado de añoranza continuo.