Nueva York. A solo unas cuadras donde se realiza el juicio al ex presidente republicano Donald Trump por falsificar gastos de campaña después de ser declarado culpable por fraude financiero, arranca otro juicio contra el senador demócrata Robert Menéndez por actuar como agente de intereses extranjeros a cambio de sobornos, y en Texas se prepara el proceso para enjuiciar al diputado federal demócrata Henry Cuellar por algo parecido -estos tres tienen en común que frecuentemente criticaban la corrupción política en otros países.
De hecho, los dos juicios son históricos: Menéndez es el primer senador en décadas en ser acusado por obrar como agente para intereses extranjeros, el primero en 36 años en ser enjuiciado por soborno, y el primero en la historia en ser acusado en dos casos separados por soborno. Por su parte, Trump es el primer ex presidente en enfrentar un juicio criminal.
Así, con el republicano en un banquillo de los acusados, y el demócrata Menendez -y pronto Cuellar- en el otro, se puede concluir que la corrupción es bipartidista.
El ex presidente Donald Trump. Foto Ap
En un tribunal federal en Nueva York, el antes poderoso senador quien fue presidente del Comité de Relaciones Exteriores, fue acusado de “poner su poder a la venta” por la fiscal federal Lara Pomerantz al arrancar el juicio. “Esto se trataba de política para lucrar. Este era un senador de Estados Unidos a la paga”. Acusó ante el jurado que “por años, Robert Menéndez traicionó al pueblo al que debería estar sirviendo al tomar sobornos”.
Menéndez y su esposa, Nadine, están acusados de emplear “su influencia y poder” entre 2018 a 2023 en beneficio de intereses extranjeros y de empresarios de su estado de Nueva Jersey a cambio de sobornos. Entre los bienes confiscados en una redada a su casa del FBI hace un año, había lingotes de oro, unos 480 mil dólares en efectivo -una parte escondido en bolsillos de ropa- y un convertible Mercedes-Benz. Según la acusación, también habían recibido pagos para la hipoteca de su casa.
Los actos de Menéndez a cambio de estos regalos incluían favores para el gobierno de Egipto para que Estados Unidos soltara asistencia militar, intentos para frenar casos criminales de dos empresarios y promover negocios entre empresarios y la familia real de Qatar.
El senador demócrata Bob Menendez. Foto Ap
Su abogado defensor argumentó ante el jurado al iniciar el juicio, que la evidencia demostrará que el senador “estaba haciendo su trabajo y lo estaba haciendo bien”. Insistió en que estaba representando como es debido a personas de su comunidad, y que en el caso de Egipto, estaba ejerciendo su papel de diplomacia.
El abogado defensor procedió no sólo a justificar las acciones de su cliente, sino implicar a su esposa en los supuestos delitos. Indicó que ella tenía “problemas financieros” que estaba ocultando a su esposo. Ella está acusada de ser una intermediara entre su esposo, oficiales de inteligencia de Egipto y empresarios, y será enjuiciada por separado.
Menéndez había justificado el efectivo encontrado en varias partes de su casa, indicando que era una práctica heredada de su familia como resultado de los “traumas” como “refugiados” incluyendo la confiscación de sus propiedades en Cuba después de la Revolución (su familia ya había migrado antes de la revolución en 1953 y el acusado nació en Nueva York en 1954).
Los argumentos iniciales continuarán mañana en un caso que durará unas semanas. Menéndez fue enjuiciado previamente por sobornos en 2015 pero su juicio concluyó sin que el jurado llegara a una conclusión unánime. En ese caso, fue acusado de recibir casi un millón de dólares en regalos y donaciones, incluyendo viajes todo pagado al Caribe donde aparecieron mujeres jóvenes (algunas aparentemente menores de edad) por un doctor corrupto en Florida.
Durante sus años en el Senado, y como presidente del poderoso Comité de Relaciones Exteriores, Menéndez se presentó repetidamente como defensor de la transparencia y era vociferante critico de la corrupción política en otros países, sobre todo en América Latina. Su posición contra el gobierno cubano ayudó a imponer mayores sanciones mientras defendía la política del bloqueo contra la isla y el acepta el crédito por lograr bloquear posibles intentos del gobierno de Joe Biden de retomar la normalización con Cuba lograda bajo Barack Obama.
El legislador demócrata Henry Cuellar. Foto Ap
Criticó al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador de buscar chantajear al presidente Joe Biden para incluir a gobiernos “no democráticos” como Cuba y Venezuela en la Cumbre de las Américas. También criticó que López Obrador de promover medidas antidemocráticas en referencia a las reformas al INE.
Cuellar, como Menéndez, comparte el honor de ser uno de los primeros dos legisladores federales en la historia de ser acusados de actuar para intereses extranjeros. En el caso del diputado federal por Laredo, fue acusado este mes de aceptar sobornos de más de medio millón de dólares a cambio de favores para un banco mexicano y para una empresa estatal de Azerbaiyá. Ese caso aún está lejos de llegar a un juicio.