Washington y Nueva York. El subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, buscó este miércoles escalar la presión sobre el gobierno mexicano afirmando que la frontera física entera con Estados Unidos del lado mexicano está controlada por “organizaciones narco-terroristas”.
Dos días después de que su jefe, el presidente Donald Trump, declaró que “no estoy contento” con México por su situación de violencia, el arquitecto de las políticas antimigrantes del gobierno estadunidense se acercó deliberadamente a la área de prensa en las afueras de la Casa Blanca para reiterar a periodistas que el enfoque de política exterior de este gobierno está correctamente girando de guerras en otros países a acción militar en este hemisferio.
“Todo el límite físico de nuestra frontera sureña del lado mexicano está controlada por estas organizaciones narco-terroristas”, afirmó Miller a periodistas. “Todo lo que ocurre ahí, ellos deciden, ellos controlan. No hay tema más esencial de seguridad nacional que el desmantelamiento de estas organizaciones”.
Miller, quien es uno de los operativos políticos más talentosos e influyentes en este gobierno, declinó responder a preguntas de los periodistas sobre Líbano, el escándalo Jeffrey Epstein y otros temas, y esperó hasta que las preguntas se dedicaran a asuntos hemisféricos, como si existen negociaciones por un canal informal con el presidente Nicolás Maduro. “No tengo nada que añadir más que decir que el presidente ha dejado claro que Estados Unidos estará asegurando nuestros intereses en el Hemisferio Occidental. Al centro de eso está el desmantelamiento del narcoterrorismo y de los cárteles criminales desde nuestra frontera sur hasta la punta de Sudamérica”, dijo.
Repitió acusaciones estadunidenses de que el gobierno venezolano administra “cárteles criminales” y reiteró que el gobierno de Trump tiene el compromiso de “usar fuerza legal para frenar a cárteles criminales terroristas de amenazar vidas estadunidenses”. Agregó que “Estados Unidos considera el narcoterrorismo en Colombia como un tema muy serio”.
No hubo preguntas para Miller sobre México, pero eso no lo detuvo de compartir el mensaje que deseaba transmitir desde el inicio. “Solo concluiré diciendo que empleamos fuerza letal militar para perseguir a Al Qaeda y a ISIS. Los cárteles en este hemisferio controlan territorio, controlan ejércitos, y controlan resultados políticos al asesinar políticos a voluntad para controlar gobiernos enteros”, comentó Miller.
Dentro de la Casa Blanca continúan debates sobre el uso de acción militar estadunidense. ¿Negociar con Venezuela o lanzar acciones militares directas? Miller y el secretario de Estado Marco Rubio, se ha reportado, abogan por la acción militar directa. Pero otros asesores presidenciales, y algunos sectores de las bases de Trump, no desean más operaciones militares y están buscando convencer al presidente de mantener el enfoque sobre temas domésticos como la inflación, empleo y la economía en general -asuntos que empiezan a erosionar su apoyo popular.
Los comentarios del presidente el lunes de que estaba “no contento” con México, y la continuación de esfuerzos para elevar la presencia militar en el Caribe parecen indicar que Miller y sus colegas están ganando por ahora el debate interno. Trump dijo que en México “conocemos cada ruta, conocemos cada dirección de cada capo de drogas, conocemos sus puertas de entrada [de sus casas], sabemos todo sobre cada uno de ellos”.
Si eso es el caso, tal vez debería de compartir esa información al gobierno mexicano en lugar de enviar, junto con sus asesores, mensajes ominosos.








