El día para que los habitantes de Ciudad de México decidan quién será su nuevo o nueva gobernante se acerca. La última fotografía de la carrera política por la jefatura de Gobierno capitalina muestra una ventaja de dos dígitos de Clara Brugada, abanderada de la coalición oficialista formada por Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo. La tres veces alcaldesa de Iztapalapa tiene el 56% de las preferencias electorales efectivas, 16 puntos más que su rival más cercano, el opositor Santiago Taboada, de la alianza integrada por el PAN, PRI y PRD, que suma el 40% de las preferencias, de acuerdo con la más reciente encuesta de Enkoll para EL PAÍS. El tercer candidato en disputa, Salomón Chertorivski, de Movimiento Ciudadano, aparece en un lejano tercer lugar, con el 4%. La preferencia efectiva cuenta a los ciudadanos que declararon una preferencia electoral, y excluye a los indecisos y a quienes dijeron no tener un aspirante favorito.
El próximo viernes darán inicio oficialmente las campañas electorales y los candidatos al Gobierno capitalino tendrán alrededor de tres meses para intentar mover a su favor el voto. Sin embargo, la tendencia de las preferencias en la ciudad se ha movido poco. Brugada arrancó con ventaja sobre Taboada, dos veces alcalde de Benito Juárez, un barrio acomodado, y la ha mantenido de manera sostenida hasta este punto de la contienda electoral. Enkoll publicó en enero una medición en la que la exalcaldesa de Iztapalapa sumaba 55% de las preferencias efectivas y Taboada el 42%, lo que demuestra que en un mes la brecha entre el primer y el segundo lugar se amplió, a favor de Brugada.
Taboada, de 38 años, no lo tiene fácil y enfrenta una misión histórica: intentar arrebatar el gobierno de la capital a la izquierda, que ha tenido un control consistente en Ciudad de México desde hace casi tres décadas. El presidente de la República, el popular Andrés Manuel López Obrador, fue jefe de Gobierno, lo mismo que la candidata presidencial del oficialismo, Claudia Sheinbaum, puntera a su vez en las encuestas, y Marcelo Ebrard, otro icono del movimiento izquierdista. El 60% de los encuestados considera que lo mejor para la ciudad es que siga gobernando Morena; el 38% sostiene que es mejor que haya un cambio en el Gobierno. A ello se suma que el 66% de los capitalinos aprueba la labor del presidente López Obrador, y el 68% aprueba la gestión que Sheinbaum durante su mandato, entre 2018 y 2023.
La raigambre de la izquierda en la capital no es el único de los problemas de Taboada. El exalcalde también debe cargar con la mala reputación del PRI, el partido más longevo de México y el más repudiado por la población, y que ahora va en alianza con el PAN, donde milita el candidato. La encuesta señala que el 43% de los capitalinos nunca votaría por el PRI en una elección de jefe de Gobierno; el 24% rechaza a Morena, y el 17% reprueba al PAN. Al contrario, el 53% declaró que sí votaría por Morena, y el 23% por el PAN. A la pregunta de por cuál candidato nunca votaría, el 34% mencionó personalmente a Taboada, contra un 25% que refirió a Brugada.
Otro factor que juega contra Taboada es que su grupo político, el panismo de Benito Juárez, ha sido investigado por la Fiscalía capitalina por la corrupción del cártel inmobiliario, un esquema de negocios entre funcionarios y empresarios con las construcciones autorizadas por la alcaldía. El propio Taboada ha sido acusado de un desvío de 10 millones de pesos durante su gestión como parte de la misma trama corrupta. El candidato ha señalado en su defensa que se trata de una persecución política del oficialismo, que gobierna la ciudad. En consecuencia, la percepción de la ciudadanía sobre Taboada está polarizada. Entre enero y febrero, creció tres puntos la cifra de personas que tienen una opinión buena y muy buena del aspirante (hoy se sitúa en 30%), pero también aumentó dos puntos la porción de gente que tiene una opinión mala y muy mala de él (ha quedado en 18%). El 51% de los encuestados tiene una opinión positiva de Brugada (aumentó dos puntos de enero a febrero), y el 16% tiene una percepción negativa (no hubo variación).
Los capitalinos fueron cuestionados sobre los problemas de la ciudad, una pregunta que necesariamente somete a evaluación a los gobiernos de la izquierda. Un avasallador 56% refirió que el principal problema es la inseguridad. El desabasto de agua ocupó el segundo sitio, con el 13% de las menciones, en un momento en que los bajos niveles del Sistema Cutzamala, la red hídrica que surte a la capital y la zona metropolitana, han disparado las alertas de las autoridades y de la población. La cifra de la gente preocupada por el agua aumentó nueve puntos desde enero, a tono con la agudización del desabasto. El 6% de los encuestados mencionó problemas económicos, que incluyen el desempleo, los bajos salarios y el encarecimiento de los productos.
La inseguridad y violencia ha sido una de las principales deudas de los gobiernos de Morena a nivel federal y local. Es cierto que, durante la gestión de Sheinbaum como mandataria, las cifras de delitos de alto impacto se redujeron, en gran parte porque la Policía capitalina es la más numerosa y la mejor preparada del país, en parte por los oficios de Omar García Harfuch, exsecretario de Seguridad, y la coordinación entre las autoridades locales y las fuerzas federales. Taboada ha sacado provecho del anhelo de protección de los capitalinos y ha hecho campaña con esa bandera en los barrios populares gobernados por Morena. Brugada ha reconocido que se trata un enorme pendiente y ha afirmado que las alcaldías deben tener “atribuciones de seguridad” (actualmente esa función está centralizado en el Gobierno de la ciudad).
El 88% de los capitalinos declaró que es algo probable y muy probable que salga a emitir su sufragio el próximo 2 de junio, una señal de que los comicios estás entusiasmando al electorado, y una luz de esperanza contra el abstencionismo. Con la potente figura de López Obrador orbitando el proceso electoral, aun sin aparecer en la boleta, Morena irá a un examen sobre sus políticas públicas a nivel federal y local. Los ciudadanos decidirán si optan por la continuidad de ese proyecto, o si vuelven a dar un voto de confianza al PRI y al PAN y permiten su regreso al poder. En el caso de MC, las proyecciones de las encuestas ponen al partido naranja al borde de su desaparición del mapa electoral mexicano. Las campañas y los debates entre candidatos están en puerta.