Rosy Sinecio

Delilah, hija de Raquel, primera víctima por ley SB 1718, lo visita en prisión en el Condado de Hernando

Hoy, la joven Delilah de 18 años de edad, nacida en Georgia, Estados Unidos, visita por primera vez a su padre Raquel en la prisión del Condado Hernando, quien es acusado de cuatro cargos de contrabando de personas “Human Smuggling” por la nueva Ley SB 1718 y de quien el Gobierno de México por conducto del Consulado de México en Orlando ha asumido los costos de la representación legal.

La hija de quien fue la primera víctima de la Ley SB 1718, fue a la prisión acompañada por el Cónsul de México en Orlando Juan Sabines, a quién pidió agradecer al presidente Andrés Manuel López Obrador el apoyo legal a su padre encarcelado y solicitó “no dejes solo a mi papá… ayúdame a que mi papito salga de la cárcel, mi papá es muy bueno y muy trabajador”.

Aunque Delilah es ciudadana americana y mexicana expuso que ha tomado la difícil decisión de marcharse de Florida, dijo “tengo miedo del racismo y de los castigos del gobierno de Florida a la gente buena y trabajadora. Esto es muy triste y duro para mí y mi familia”.

Como precedente, la madre de Delilah era originaria de Chicago, Illinois y falleció cuando ella era una niña de 2 años. Por lo que, su padre Raquel, es el único sustento para ella y su abuela paterna.

Al día de hoy Raquel está impedido de trabajar solo por conducir un vehículo con personas indocumentadas y podría cumplir una pena de hasta 60 años de prisión a pesar de que no tener antecedentes penales en los Estados Unidos ni en México.

Afirmó que regresará a Florida a visitar a su padre y a ejercer su derecho a votar en las próximas elecciones federales y locales de Florida en 2024. Delilah, que es ciudadana estadounidense, exige justicia a las autoridades de Florida y de los Estados Unidos para que su padre injustamente preso recupere su libertad y explica “Mi papá no ha cometido ningún delito que lo haga ver como un criminal, por el contrario, lleva a cabo una labor que suma a la construcción de este país y se me hace injusto no poder verlo ni abrazarlo”.

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