Deportes acuáticos en vías de extinción, por sequía

La presa Santa Catarina, ubicada al norte de la ciudad, se encuentra prácticamente abandonada y sin la afluencia de visitantes que acudían a realizar alguna actividad dentro del deporte acuático, salvo en algunas ocasiones, de acuerdo con gente del lugar.

Erasmo asegura que el nivel del agua se encuentra en un diez por ciento del que tenía antes y que hace 8 meses estaba al 50, aunque por la falta de lluvia y las altas temperaturas el decremento ha sido más notorio. Sobre la orilla se observan los estragos de la sequía con el barro deshidratado y quebrado.

Incluso, mencionó que a un costado de la presa siembra elote, pero que al no llegar el agua hasta allá se ha visto en la necesidad de usar una bomba para extraer parte del agua de la presa y de alguna manera trasladarla con mangueras a donde tiene su área.

“Ya no es como antes; ahora está al diez por ciento; incluso, ya no hay animales como vacas o caballos de algunos habitantes, los cuales se acercaban a tomar agua. Ya solamente quedan unos tres caballos de allá arriba”, afirmó el hombre, quien dijo dedicarse a la albañilería.

Agregó que también ha disminuido la actividad de la pesca, debido al bajo nivel del agua, ya que esto dificulta el trabajo de los pescadores, que son habitantes de los alrededores que se dedican a la venta de mariscos.

“El año pasado no se llenó la presa como otras veces, porque casi no llovió. Cuando cae agua solamente se ve la punta de aquellos árboles”, indicó Erasmo, quien dijo que tiene 55 años de edad y que toda su vida ha estado en los alrededores de esa panorámica.

Actualmente, la presa de Santa Catarina se muestra sola aunque con un nivel bajo de agua; se ven algunas personas que hacen un poco de remo para ver que logran en la pesca, sin faltar el vuelo de las aves.

Se observa el agua verdosa con rocas en las orillas, además algo de basura se puede mostrar alrededor pero sin la presencia de visitantes, solamente un grupo de visitantes que colocaron una carpa para hacer una carne asada. Otras tres personas se tomaban algunas fotos con la presa de fondo.

Erasmo dijo que son pocas las veces que se ve a gente en la práctica del kayak, precisamente por el nivel que ahora tiene la presa. Aseguró que anteriormente llegaban más deportistas, por lo que el lugar era muy concurrido. Al menos durante este fin de semana no se apreciaba a nadie en algún tipo de deporte acuático.

Recomendó tener cuidado con el barro quebrado por la sequía, al argumentar que cuando se pisa con mucha confianza puede haber un pequeño hundimiento, más en automóvil.

Igual, dijo que hace unos años se habían presentado algunos asaltos, pero que la vigilancia policiaca ahuyentó a quienes los cometían.

Y aunque en la parte posterior se observan las áreas verdes, debido a las altas temperaturas lo que sí se puede apreciar es la presencia de moscos que de inmediato se adhieren a quien llega a ese lugar.

Entre tanto, se observan las lanchas que los comuneros dejan estacionadas en la orilla para cuando tengan que echar mano de su actividad para la venta de pescado. A la distancia se podía ver a alguien en busca de algo, aunque afuera solamente había puesto donde preparaban lo que había caído en sus redes.

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