Washington, 14 de febrero .—En caso de resultar electo en noviembre próximo, el ex presidente Donald Trump contempla como una de sus primeras medidas la movilización de agentes de Inmigración y Aduanas (ICE), junto con el FBI, la DEA, fiscales federales, la Guardia Nacional e incluso agentes del orden estatales y locales, para llevar a cabo deportaciones de inmigrantes indocumentados.
De igual forma, los militares construirían sitios enormes cerca de la frontera para retener a las personas en espera de deportación. Los planes de Trump, desmenuzados por adelantado por Axios, un medio que cita a una fuente “familiarizada con el proyecto” evocarían las escenas de la década de 1950 cuando más de un millón de inmigrantes mexicanos indocumentados fueron deportados bajo el presidente Eisenhower.
“El plan de Donald Trump para tomar medidas enérgicas contra la inmigración incluye el uso de una variedad de herramientas para deportar a millones de personas en Estados Unidos cada año, desde leyes oscuras hasta fondos militares y agentes del orden de todos los niveles de gobierno”, adelanta Axios al citar una oscura sección de las leyes de extranjería y sedición de 1798 para arrestar y deportar inmediatamente a algunos inmigrantes con antecedentes penales.
Durante la década de 1950 más de un millón de inmigrantes mexicanos indocumentados fueron deportados bajo el presidente Eisenhower. Fue la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos.
La gran mayoría de los estadounidenses que viven hoy en día nunca han visto nada parecido.
La operación utilizó tácticas de estilo militar para reunir y albergar a hasta 1,3 millones de personas de México, e incluso a algunos mexicano-estadounidenses que eran ciudadanos estadounidenses , según los registros federales de inmigración.
Los estudiosos dicen que podrían haber habido muchos más.
Estudiosos y analistas citados por Axios, señalan que el plan de Trump no está claro y hay mucho escepticismo sobre si podrá llevarlo a cabo. Trump ha hecho promesas similares en el pasado, pero los niveles de deportación durante su presidencia nunca alcanzaron los de su predecesor, Barack Obama.
En cualquier caso, “los costos humanos del plan de Trump (para las familias, las economías de las comunidades locales, los empleadores y más) podrían afectar a todo el país”, dicen los analistas.