En el Día Nacional del Maíz, activistas insistieron en su protección

Decenas de jóvenes, padres de familia con sus hijos pequeños y adultos mayores asistieron este viernes al Complejo Cultural Los Pinos para celebrar el Día Nacional del Maíz.

En la zona del helipuerto de la ex residencia presidencial, los visitantes pudieron saborear platillos y admirar artesanías elaboradas con ese producto emblemático, como rebozos, morrales, jorongos, aretes y piezas hechas con piedra volcánica.

No faltaron el mole verde y el café de Zongolica, Veracruz; la atada de mezquita, de Aguascalientes; el caldo de piedra de camarón, de Tlacustzintepec, Oaxaca; los mazapanes de Ixtenco, Tlaxcala; el pipián de cacahuate; los cocoles de maíz; dulces de miel; aguas frescas y, por supuesto, elotes cocidos con crema, queso y chile piquín.

Durante el Día Nacional del Maíz se realizó el Foro Nacional en Defensa del Decreto Presidencial sobre Maíz Transgénico, Glifosato y Transición Agroecológica, publicado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el cual refrenda la importancia de seguir combatiendo las amenazas extranjeras que se ciernen sobre las 59 variedades nativas de maíz.

Por más de dos horas y con la participación de representantes de comunidades originarias, activistas y funcionarios de las secretarías de Agricultura, Bienestar, Cultura, Economía, Medio Ambiente y Recursos Naturales, y de Salud, así como del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, se destacó la importancia de un buen sistema agroalimentario, pues en México cada vez se consumen más alimentos ultraprocesados y es difícil encontrar alimentos naturales saludables. Sin un buen sistema agroalimentario, se dijo, habrá mayor afectación a la salud y más desigualdad social.

Se mencionó que hoy hay una disputa muy agresiva de las trasnacionales por el control del maíz, por lo que es necesario que se apruebe la ley general de alimentación, pues lo que se encuentra en juego es la salud de los mexicanos, ya que la cuestión de los transgénicos, además de ser un tema de salud es de biodiversidad.

Al término de los pronunciamientos para ratificar el apoyo al decreto presidencial, del 31 de diciembre de 2020, la creadora escénica Jesusa Rodríguez, en el papel de La Tlacuacha, junto con un grupo de niñas y niños, relató la historia mitológica que narra que la humanidad viene del maíz.

En la zona del helipuerto se instalaron pequeñas carpas para la celebración; ahí se presentó la instalación Los nombres del maíz, que consistió en 42 telas de loneta intervenidas gráficamente con el esténcil de una mazorca y los nombres del grano en 42 lenguas indígenas.

De acuerdo con Antonio Ortiz Gritón, las piezas se elaboraron como parte del proyecto Artería (procesos creativos abiertos al público), con la colaboración de Ana Holmes, Luisa Carreón, Greta Barajas, Filogonio Naxín, Rubén Rosas, Josu Zapata, Noé Vázquez Tapia y Eduardo Barajas.

Las telas se dispusieron en círculo, en cuyo centro se colocó un montículo elaborado con granos de maíz, en referencia al volcán Xico que se encuentra en el Valle de Chalco, que hizo erupción hace 5 mil años, y cuyo nombre en náhuatl significa ombligo del universo.

Más temprano, relató Gritón, se acercaba la gente, buscaba el nombre en su lengua originaria y se tomaba una foto junto a la imagen.

Por otro lado, la receta de la salsa de panal, de la cocinera Natalia Hernández Vázquez, originaria de San Pedro Amuzgos, Oaxaca, así como la de huevo de maguey al rescoldo, del colectivo Herencia del Magueyal, del municipio de Españita, Tlaxcala, resultaron ganadoras en las categorías individual y colectiva, respectivamente, del concurso ¿A qué sabe la patria?, convocado por la Secretaría de Cultura federal.

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