Cada día se realizan de tres a 10 movilizaciones por temas locales o federales en la Ciudad de México, entre marchas, concentraciones y bloqueos que afectan vialidades de una a dos horas, en promedio, pero algunos se prolongan hasta 10 horas.
Personal de Concertación Política y Atención Social de la Secretaría de Gobierno capitalina estimó que en las semanas recientes las protestas en vía pública aumentaron 15 por ciento y la conflictividad vial la padecen conductores, prestadores de servicios y usuarios del transporte público en sus desplazamientos y les generan pérdidas económicas.
Explicó que en temas locales predominan vivienda, comercio popular y agua, y la zona centro es la más afectada, como en Eje Central Lázaro Cárdenas, 20 de Noviembre y avenida Juárez.
Paseo de la Reforma, Insurgentes, Circuito Interior, Bucareli, calzada de Tlalpan y la carretera federal a Cuernavaca son otras vías continuamente afectadas por movilizaciones.
Las protestas duran en promedio una a dos horas, pero algunas se prolongan mucho más, como el bloqueo de 10 horas el miércoles pasado en Eje Central por habitantes del poblado Maclovio Rojas, en Tijuana, para exigir la regularización de sus predios, y ayer, pobladores de Guerrero afectados por los huracanes marcharon a las 11 horas del Zócalo a Paseo de la Reforma, frente la Secretaría del Bienestar. Cerraron la vialidad en ambas direcciones e instalaron un plantón.
Pesadilla para capitalinos
Juan Agustín labora para una empresa transportista que da servicio a una tienda de muebles y artículos de decoración; se mueve por toda la ciudad y por bloqueos ha debido regresar el producto a la bodega y reprogramar la entrega. Aunque le busque uno la manera, a veces no pasas y es una molestia para el cliente y la empresa pierde porque es un viaje que tienes que volver a hacer
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Laura Ortiz, de Granjas Coapa, Tlalpan, contó que por las protestas del miércoles que afectaron el sur de la ciudad hizo en transporte público a CU dos horas 20 minutos, cuando normalmente se lleva 55 minutos.
Quedar atorado en un bloqueo es una cosa del carajo, tremendamente estresante, pero no queda más que resignarse
, dice Alejandro Montes, vecino de Narvarte, quien realiza sus desplazamientos al sur y antier tuvo suerte de pasar antes de que comerciantes cerraran Tlalpan y División del Norte.
Marcos Carreón, taxista, comentó que apenas la semana pasada le tocó un bloqueo en Cuauhtémoc y Viaducto. “No llevaba pasaje, pero sí mercancía para una taquería de la colonia Del Valle, y llegó, aunque tarde; le vas callejoneando y sales, el problema es cuando te toca en una zona que no conoces
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