En un conmovedor acto de respeto y recordación, se llevó a cabo una misa en la frontera que separa a México de Estados Unidos en honor a los migrantes que perdieron la vida en su arduo intento de alcanzar suelo estadounidense. Este emotivo servicio religioso congregó a migrantes que aguardan pacientemente una cita para ingresar a Estados Unidos de manera legal, y en un gesto que simbolizaba la diversidad de sus orígenes, ondeaban banderas de diferentes naciones en señal de unidad y solidaridad.
La misa fue oficiada por sacerdotes y obispos en el límite entre la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, México, y El Paso, Texas, Estados Unidos. Esta zona fronteriza también albergó un altar conmemorativo en honor al Día de Muertos, instalado sobre una parte del Río Bravo. Aquí, además se erigió una cruz que había sido bendecida por el papa Francisco durante su visita a Ciudad Juárez en 2016, como un tributo a los migrantes que habían perdido la vida en su búsqueda de un futuro mejor.
El padre Francisco Bueno, director de la Casa del Migrante de Ciudad Juárez, destacó la importancia de este evento, resaltando la persistencia de tragedias que perduran en el tiempo. Incluso aquellos migrantes que logran cruzar la frontera se enfrentan a situaciones de extrema dificultad. La misa se erige como un mensaje tanto a nivel nacional como internacional de que la iglesia se mantiene unida en su compromiso de recordar a estos migrantes y abogar por sus derechos y seguridad.
Durante la ceremonia, varios migrantes compartieron sus testimonios y rindieron homenaje a aquellos que no lograron alcanzar su destino. Ilsi Macario, una migrante guatemalteca, expresó:
“Venimos por todos nuestros hermanos que no alcanzaron a cruzar a Estados Unidos y se hizo esto en memoria de ellos”.
El obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres, concluyó el evento solicitando a las autoridades una política migratoria más regularizada y humanitaria en favor de los migrantes. Misa por migrantes fallecidos en la frontera México-Estados Unidos. Foto AFP
El peligroso sueño americano
Miles de migrantes de diversas nacionalidades atraviesan México en condiciones precarias, se han encontrado personas con su salud debilitada en autobuses, remolques, y vehículos en mal estado o trenes de carga, con el sueño de llegar a Estados Unidos. Sin embargo, en el camino enfrentan peligros como accidentes, ataques de criminales e incluso abusos.
Además de aquellos que recorren las carreteras de manera clandestina, miles de migrantes aguardan en la ciudad de Tapachula, en el estado de Chiapas, en el sur de México, a que las autoridades mexicanas les otorguen permisos para transitar por el país. Otros tantos se congregan en las ciudades fronterizas con Estados Unidos, a la espera de una oportunidad para cruzar hacia el norte en busca de un futuro más promisorio. La misa en la frontera es un poderoso recordatorio de los desafíos que enfrentan los migrantes en su búsqueda de un mejor porvenir y de la importancia de brindarles apoyo y protección.
