El reciente anuncio del Departamento de Comercio de Estados Unidos indica que una serie de electrodomésticos importados, como lavavajillas, lavadoras, frigoríficos y otros, estarán sujetos a una ampliación de los aranceles sobre el acero, establecidos por el presidente Donald Trump. Esta medida podría llevar a un aumento en los precios de estos productos debido a la imposición de nuevos aranceles del 50% a partir del 23 de junio.
Guerra comercial y electrodomésticos
De acuerdo con el New York Times, los electrodomésticos comunes fabricados con piezas de acero, como lavadoras y refrigeradores, están siendo específicamente incluidos en los aranceles ampliados. Esta es una de las primeras veces que los bienes de consumo cotidiano son objeto de un objetivo tan específico en la guerra comercial. Los aranceles han sido un tema recurrente bajo el mandato de Trump, pero esta vez se trata de productos directamente utilizados por el público.
¿Por qué los aranceles no han impulsado la inflación?
A pesar de las preocupaciones generalizadas, los aranceles impuestos por Trump no han tenido un impacto significativo en los índices tradicionales de inflación. El Índice de Precios al Consumo (IPC) mostró un aumento marginal del 0.1% en mayo, según datos del Departamento de Trabajo. Esto sugiere que la escalada inflacionaria temida no ha ocurrido aún, dice el medio CNBC.
Existen al menos tres razones clave por las cuales la inflación se ha mantenido controlada hasta ahora:
- Acumulación de inventarios: Antes del anuncio de los aranceles en abril, muchas empresas acumularon inventarios de productos importados para evitar los nuevos costos.
- Lag en la implementación: La implementación de los aranceles en el mercado real lleva tiempo. Por lo tanto, los efectos de los aranceles no se reflejan de inmediato en los precios finales.
- Falta de poder de precios: Con la economía en una fase de ajuste y los consumidores restringiendo sus gastos, las empresas tienen menos capacidad para transferir los costos adicionales a los precios finales.
Aichi Amemiya, economista principal de Nomura, afirmó a CNBC que “el impacto limitado de los aranceles en mayo refleja el acaparamiento previo de inventarios y un retraso en la transmisión de los aranceles a los precios de importación. Mantenemos nuestra opinión de que el impacto de los aranceles se manifestará en los próximos meses.”
Ejemplos de aumentos en precios
Aunque la inflación general se ha mantenido baja, algunos productos han experimentado aumentos significativos en los precios:
- Frutas y vegetales enlatados: Subieron un 1.9% en mayo, probablemente debido a que muchos de estos productos son importados.
- Café tostado: Incrementó un 1.2%.
- Tabaco: Subió un 0.8%.
- Artículos duraderos: Productos como electrodomésticos (subieron un 4.3%) y computadoras y accesorios (un 1.1%) también registraron aumentos.
Estos incrementos son similares a los observados durante la ronda de impuestos a las importaciones de 2018-2019, cuando los costos de lavadoras importadas se dispararon.
Impacto en el consumidor y la economía
La clave para determinar si estos aumentos en los precios serán temporales o sostenidos radica en la respuesta de los consumidores, quienes representan más del 70% de la actividad económica en EE.UU. Según el informe económico periódico de la Reserva Federal, se espera que los precios aumenten en los próximos meses, aunque algunas empresas han sido reticentes a trasladar los costos adicionales.
Luke Tilley, economista jefe de Wilmington Trust, señaló que “hemos estado en la posición de que los aranceles no serían inflacionarios y eran más propensos a causar debilidad económica y eventualmente deflación.” Esta perspectiva está respaldada por el ejemplo histórico del Tariff Act de Smoot-Hawley de 1930, que muchos economistas creen que ayudó a desencadenar la Gran Depresión.
Perspectivas de la Reserva Federal
La Reserva Federal ha adoptado una postura cautelosa mientras espera ver cómo los aranceles afectan los precios. Los mercados esperan que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés en septiembre, aunque la inflación está disminuyendo y el panorama laboral muestra signos de debilidad.
Joseph Brusuelas, economista jefe de RSM, comentó que “si la inflación resulta ser transitoria, la Reserva Federal podría bajar la tasa de política monetaria más adelante este año. Pero si los consumidores impulsan sus propias expectativas inflacionarias debido a desplazamientos temporales en los precios de los alimentos o otros bienes, entonces puede pasar algún tiempo antes de que la Reserva Federal reduzca las tasas.”
(Con información de El Imparcial)