Washington. El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció ayer el despliegue del nuevo portaviones Gerald Ford, considerado el más grande del mundo, y de tres destructores a la zona operativa del Comando Sur, que abarca Centroamérica, el Caribe y Sudamérica, con el objetivo de “desmantelar las organizaciones criminales trasnacionales y combatir el narcotráfico”, horas después de confirmar un nuevo ataque de su ejército contra una embarcación en aguas internacionales de la región.
El Gerald Ford tiene cinco destructores en su grupo de ataque, pero sólo tres serán desplegados en el sur del hemisferio. Una de esas embarcaciones está actualmente en el Mediterráneo, en un puerto de Croacia. No se informó cuánto tiempo les tomará llegar a Sudamérica.
Suma significativa de poder militar
El despliegue del portaviones aumentará significativamente los recursos militares del Pentágono en una región que ya sufrió un gran incremento de la presencia estadunidense en las aguas frente a Venezuela y Colombia, donde ya hay más de 6 mil marineros e infantes en ocho buques de guerra.
La totalidad del grupo de ataque del Ford incluye cerca de 4 mil 500 marineros y nueve escuadrones de aviones asignados al portaviones.
El anuncio se produjo después de que el ejército estadunidense atacó en la noche del jueves otra embarcación en aguas internacionales caribeñas tras asegurar, sin pruebas, que transportaba drogas y asesinó a seis personas.
Hegseth, aseveró, sin presentar evidencia, que la lancha era operada por el Tren de Aragua con la intención de justificar las muertes, que tras la reciente embestida se elevaron a 43 desde el inicio de sus ataques contra embarcaciones en la región.
El secretario afirmó que los servicios de inteligencia del Pentágono “sabían que la embarcación estaba involucrada en el contrabando de narcóticos.
“Si eres un narcoterrorista que contrabandea drogas en nuestro hemisferio te trataremos como lo hicimos con Al Qaeda”, reiteró el secretario de Guerra.
“Ya sea de día o de noche, rastrearemos tus rutas, perseguiremos a tu gente, te cazaremos y te mataremos”, remarcó.
El Pentágono difundió un video en blanco y negro en el que se ve una lancha que circula a velocidad normal, hasta el momento en que explota.
Este es el décimo bombardeo de Washington en aguas sudamericanas, ocho de ellos tuvieron lugar en el Caribe, cerca de Venezuela, y dos de los ataques más recientes se llevaron a cabo en el Pacífico oriental, cerca de Colombia.
Hegseth afirmó que la embarcación atacada era operada por la pandilla Tren de Aragua. Es la segunda vez que el gobierno del presidente Donald Trump vincula una de sus operaciones con cártel que se originó en una prisión venezolana. El gobierno republicano afirmó que al menos cuatro de los botes atacados en las operaciones, que comenzaron el 2 de septiembre, provenían de Venezuela.
Métodos clandestinos
Celso Amorim, ex canciller y actual asesor especial del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, manifestó la preocupación de Brasil “con el uso de la fuerza” por parte de Estados Unidos en Latinoamérica), así como sus “métodos clandestinos como la (Agencia Central de Inteligencia) CIA para derribar gobiernos de la región”.
Advirtió que estas acciones “pueden efectivamente tener consecuencias profundas y muy graves. No va a quedar contenida a los países donde ocurra. Hay una amenaza de intervención externa, (…) hay personas muriendo ya. No sé si son narcotraficantes, pero no hay ninguna prueba de que lo sean. Es muy peligroso”, remarcó el funcionario brasileño.








