El gobernador Alejandro Armenta afirmó que los grupos delictivos más peligrosos en Puebla no sólo operan en actividades criminales tradicionales, sino que también están conformados por “delincuentes disfrazados de políticos que después se vuelven empresarios”, quienes —acusó— han saqueado recursos públicos durante años.
Durante su declaración, Armenta señaló que estos personajes buscan el poder para beneficiarse a costa de la población. Comentó que algunos llegan a ocupar cargos como presidencias municipales o incluso gubernaturas, desde donde operan redes de corrupción que, en lugar de apoyar a campesinos, productores de café, zapateros o sorgueros, se enfocan en realizar compras públicas que les generan ganancias ilícitas.
El mandatario describió prácticas que, según dijo, se repitieron en administraciones pasadas, donde áreas de finanzas e infraestructura se ponían de acuerdo para inflar costos de obras. Relató que al concluir un proyecto, era común que se presentaran modificaciones ficticias que incrementaban el costo final, pasando de diez a quince millones de pesos con la firma de funcionarios coludidos.
Armenta también acusó que estas operaciones contaron con la complicidad del Poder Judicial, mencionando a ministros, jueces y abogados que, en lugar de defender los intereses del Estado, actuaban en favor de empresas constructoras involucradas en estas prácticas.
El gobernador sostuvo que su administración busca erradicar estas redes de corrupción que, aseguró, han perjudicado durante años a las finanzas públicas y al desarrollo de Puebla.








