“Es muy preocupante” que obispos, sacerdotes y seminaristas sean atacados y asesinados por el crimen organizado, como ocurrió recientemente en Chiapas, con el padre Marcelo Pérez, o los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, asesinados en Chihuahua, en 2022, señaló monseñor Francisco Javier Acero, obispo auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México.
No obstante, dijo que la población civil también es víctima de la violencia originada por las bandas delincuenciales, por lo que “exigimos seguridad, seguridad en las reuniones, en las comunidades parroquiales, en las comunidades rurales, no solo los domingos, sino todos los días”.
“Quizás lo de Javier y Joaquín, los sacerdotes jesuitas, del año 22, en junio, detonó todo esto, pero también está el padre Villafaña en Michoacán, de los Agustinos, y otros padres diocesanos en Guerrero, que dejaron su vida. Si vemos, desde 2000 al 2024, no te puedo dar la cifra, pero supongo que será alta, y no solo son sacerdotes, sino que son dirigentes de comunidades parroquiales y son seminaristas. Muy preocupante las agresiones a sacerdotes y obispos, pero lo más preocupante son las agresiones a la población civil, los niños y niñas que están muriendo por fuego cruzado, esto nos preocupa, esto no puede ser”, expresó.