Washington. Una corte federal de apelaciones dictaminó este martes que el presidente estadunidense, Donald Trump, no puede usar una ley de guerra del siglo XVIII para acelerar las deportaciones de personas a las que su administración acusa de pertenecer a una pandilla venezolana, por lo que la discusión continuará en la Corte Suprema de Estados Unidos.
Con dos votos contra uno, los jueces avalaron el argumento de abogados de derechos de los inmigrantes y jueces de tribunales inferiores, según quienes la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 no está destinada a ser utilizada contra pandillas como el Tren de Aragua, grupo venezolano designado en marzo por la Casa Blanca como organización terrorista.
“El uso por parte de la administración Trump de una ley de tiempos de guerra en tiempos de paz para regular la inmigración fue correctamente revocado por el tribunal. Esta es una decisión crucial que restringe la postura de la administración de que puede simplemente declarar un estado de emergencia sin supervisión judicial”, dijo Lee Gelernt, quien defendió el caso en nombre de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
La administración deportó a personas designadas como miembros del Tren de Aragua a la megaprisión de El Salvador donde, argumentó, los tribunales estadunidenses no podían ordenar su liberación.
La Ley de Enemigos Extranjeros solo se ha utilizado en tres ocasiones anteriores en la historia de Estados Unidos, todas durante guerras declaradas: la Guerra de 1812 y las dos Guerras Mundiales. La administración Trump argumentó que los tribunales no pueden cuestionar la determinación del presidente de que el Tren de Aragua estaba vinculado al gobierno de Venezuela y representaba un peligro para Estados Unidos, lo que justifica su aplicación.
El fallo puede ser apelado ante el pleno del Quinto Circuito o directamente ante la Corte Suprema de Estados Unidos, que probablemente tomará la decisión final sobre el tema.