Rosy Sinecio

La danza contemporánea no es una labor fácil, pero tenemos que seguir haciéndola: Laura Rocha

La compañía Barro Rojo Arte Escénico sigue celebrando su trayectoria, pero ahora con el programa 40 y UNO. La agrupación de más de cuatro décadas, dice Laura Rocha, su directora artística, se desenvuelve a través del talento y el “contacto entre diversas generaciones”.

En ese sentido, con dos visiones generacionales, el programa reunirá dos piezas: Del ocaso al silencio, un estreno del coreógrafo residente de la compañía, Miguel Gamero; así como No me voy sólo, vuelo, bajo la dirección de Francisco Illescas y Laura Rocha. Ambas se presentarán el 29 de septiembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

“El año pasado nos la pasamos por todos lados celebrando el haber llegado a 40 años, porque no es nada fácil, es algo muy complejo en este nuestro México, y más en una agrupación dancística. El hecho de que hayamos terminado esos festejos en el 40 aniversario, nos parece importante seguir celebrando un año más, que significa, sobrevivencia y logro”.

Del ocaso al silencio, puntualiza el bailarín César Zarco, “aborda la temática de lo que es la muerte desde la visión del coreógrafo; aunado a eso hay visiones e interpretaciones de nosotros como creadores, partiendo de preguntas simples como: ¿Para nosotros qué es la muerte? ¿Qué pensamos cuando estamos en un ocaso o en un atardecer? ¿Qué generan para nosotros esas vertientes?, y también se apuntala en el trabajo del ritual hacia la muerte de un ser”.

Además, Barro Rojo volverá a escenificar No me voy sólo, vuelo, “una obra que se adentra en la ausencia del padre, un diálogo con el padre ausente, con el padre que no está presente y detona los caminos que a lo mejor no quisiéramos haber tocado”, puntualiza la directora y coreógrafa de la pieza.

Nuevos pasos

Para Barro Rojo es importante seguir construyendo el camino de la danza contemporánea, pero siempre con una nueva mirada. Nueva Guardia Elenco B, es el programa y semillero que impulsa el nuevo y joven talento de la compañía fundada en 1982.

Uno de esos artistas es Saúl Chávez, egresado de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea, y quien participará en el programa 40 y UNO dentro de la coreografía No me voy sólo, vuelo. “A pesar de que es una mirada, una perspectiva generacional bastante amplia, es, sin duda, al menos para mí, un tema importante y actual dentro de todas las generaciones”, detalla el bailarín sobre la coreografía de la que formará parte.

En palabras de la directora artística, “el trabajar con jóvenes me revitaliza, me fortalece y me compromete, porque no podemos parar”. Esto, a pesar de que también confiesa que hubo un momento, un poco antes de la pandemia, en el que pensó en retirarse de la compañía, “porque creía que era el momento, pero viene la pandemia y me hace repensar muchas cosas, y confrontarme una vez más y he decidido que todavía no, que me quedaré un poquito más”.

La danza contemporánea “es una labor nada fácil, pero que tenemos que seguir haciéndola. Yo no quito el dedo del renglón de que tenemos que llegar a profesionalizar esta actividad dancística; también uno de mis sueños es poder tener una escuela propia, una escuela donde realmente se dé todo esto y podamos sobrevivir a través de ello”.

El programa 40 y UNO se presentará el viernes 29 de septiembre a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, y será dedicado a los habitantes de los Pueblos y Barrios de Tlalpan, alcaldía que ha sido el espacio que por más de 15 años ha respaldado y funcionado como sede de la compañía Barro Rojo Arte Escénico.

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