La disputa comercial ante un posible veto de México a la importación de maíz transgénico eleva el pulso. El panel de controversias, solicitado por Estados Unidos y al que luego se adhirió semanas más tarde Canadá, ya tiene nombres y apellidos en sus filas. El órgano examinador estará presidido por el suizo Christian Häberli, experto en comercio internacional. Por parte de Estados Unidos, la panelista será Jean E. Kalicki, mientras que el abogado Hugo Perezcano Díaz defenderá el punto de vista del Gobierno mexicano. El panel, conformado de acuerdo con los lineamientos del Capítulo 31 del TMEC, tiene la responsabilidad de abordar una de las cuestiones más delicadas y debatidas en el ámbito comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.
Häberli, de 72 años, ha sido panelista y árbitro de la Organización Mundial de Comercio en una docena de casos, además, cuenta con un vasto compendio de publicaciones sobre comercio multilateral y seguridad alimentaria. En el caso de la especialista de EE UU, Jean E. Kalicki, ella ha sido vicepresidenta de la Corte de Arbitraje Internacional de Londres y se ha especializado en disputas de inversiones. Por su parte, el abogado Perezcano Díaz trabajó para el Gobierno mexicano por casi 20 años. Fue titular de la Unidad de Prácticas Comerciales de 2007 a 2011 y también fue miembro del equipo de abogados de México en las negociaciones del TLCAN y se le nombró coordinador jurídico en la negociación de múltiples tratados comerciales con países de Latinoamérica.
En México, la Administración federal ha tratado de restringir el uso del maíz genéticamente modificado desde el 2020. El principal argumento del Ejecutivo es el proteger el maíz nativo y la salud de la población frente a los agroquímicos. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, emitió un decreto final prohibiendo el uso del grano para consumo humano el pasado 13 de febrero, sin embargo, esta decisión ha despertado tensiones internacionales porque pone en riesgo más de 5.000 millones de dólares en exportaciones del grano que llegan anualmente a territorio mexicano desde EE UU.
Estados Unidos y Canadá afirman que el decreto publicado por el presidente mexicano para veta el uso del grano genéticamente modificado para consumo humano no tiene sustento científico y vulnera el comercio entre los tres países. En juego están millones de dólares. México es el principal importador de maíz estadounidense. Cada año compra a EE UU más de 15 millones de toneladas de este insumo, aunque en su mayoría se trata de maíz amarillo destinado al forraje de animales.
Lejos de ceder, la Secretaría de Economía de México, comandada por Raquel Buenrostro, se ha mantenido firme en apoyar el decreto del Ejecutivo en la escena internacional. “En el panel nos va a ir muy bien. Nosotros yendo al panel estamos más tranquilos, porque se quita toda la nube política”, declaró en su comparecencia ante el Congreso, el pasado 11 de octubre. La funcionaria federal ha pronosticado que será hasta el siguiente año cuando se tenga un veredicto final sobre el tema.