La salud en México es un tema muy delicado sobre todo después de la pandemia, donde muchos hospitales quedaron devastados y aún no se conoce con exactitud el número de muertos por el COVID.
Por lo pronto hoy los mexicanos, ante los servicios de salud, somos ciudadanos de primera, de segunda y hasta de tercera, todo depende del acceso que se tenga para atenderse de una enfermedad.
En principio la gente que tiene recursos económicos puede acceder al servicio privado de salud que en muchas ocasiones es de buena calidad, en muchos de los casos resulta ser muy caro y no lo pueden pagar los miembros de las clases medias y menos la gente pobre.
Hoy pongo de ejemplo el hospital La Margarita, ubicado en Puebla, el cual es un hospital del Seguro Social que se construyó hace muchos años y actualmente es uno de los hospitales de mayor demanda en el estado, pero como muchos hospitales tiene muchas carencias, unas producto del desgaste por la pandemia y otras por las insuficiencias presupuestales.
En ocasiones, en el área de emergencias hay más de 120 camas y es común ver a los enfermos sin los medicamentos básicos, a los doctores y enfermeras batallando para sacar una fotocopia de un electrocardiograma sin guantes y materiales básicos; también a los enfermos y sus familiares se les pide que traigan los materiales y las medicinas para poder atenderlos, no es una exageración es una realidad.
En contraste, ahí mismo en Puebla hay un hospital privado de gran nivel, con el abasto de materiales y medicinas, con sistemas de computación y una tecnología avanzada del que carecen muchos hospitales públicos.
En conclusión, el acceso al servicio de salud pública marca la desigualdad social entre la población, es una realidad que no podemos negar y que nos obliga no solo a tener abastecido los hospitales públicos, sino también a reducir la brecha tecnológica que ya existe entre muchos hospitales públicos y privados, no hacerlo es desconocer la realidad y profundizar aún más la desigualdad social entre los mexicanos.
Como seres humanos tenemos derecho a la educación y a la salud con dignidad y no podemos permitir que existan pacientes de primera, de segunda y en muchos casos de tercera.
Son muchos mexicanos que no tienen acceso al servicio médico ya que viven en comunidades marginadas donde no existe ningún tipo de servicio médico ¡tolerar esta situación nos debe avergonzar y es algo que no debemos permitir nunca!
