Las cuentas de Estados Unidos no salen: en qué se gasta el dinero de tus impuestos

El día 17 de noviembre vencía el plazo que se dió el Congreso para aprobar las asignaciones mensuales de fondos presupuestarios del Gobierno (appropriation bills) y evitar un cierre de Gobierno. Sin embargo, se aprobó este miércoles una nueva prórroga presupuestaria con la que se evita un cierre administrativo por falta de fondos, conocido como “shutdown”,

Pese a todo, y una vez más, vuelve a primera línea el debate sobre el gasto federal y el déficit de Estados Unidos.

Se trata de una discusión de importantes repercusiones en un entorno fiscal complicado con el creciente coste de la deuda y el aumento del déficit, aspectos que ha hecho notar recientemente Moody´s para rebajar la perspectiva del crédito de EE UU, de estable a negativa.

Una negociación por una parte pequeña del presupuesto del país

No obstante, a la vista de los números globales, esta discusión sobre las 12 apropiaciones que se tienen que aprobar, se ciñe a apenas a solo una parte de los desembolsos del Estado que además esta muy lejos de ser la partida más grande: el gasto discrecional. Cualquier coste o aumento cambia muy poco la trayectoria del déficit que en 2023 fue de $1.7 billones de dólares.

De hecho, este gasto discrecional, que incluye el gasto en salud de veteranos, gasto en investigación, educación (becas y ayudas para escuelas para alumnos de familias de bajos ingresos), transporte e infraestructura, acción exterior, justicia además de defensa, supone solo un tercio del total del gasto presupuestario.

De los grandes gastos, no se habla en estas conversaciones porque el mandato de esos desembolsos está previsto en otras leyes.

Para enmarcar estas conversaciones, revisamos aquí algunas cifras que dan la medida de las cuentas del Estado. Están basadas en cifras de 2022 con algunas actualizaciones de 2023. Todas ellas son de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO en sus siglas inglés) y el Tesoro.

Muchas de las partidas presupuestarias de Estados Unidos no son negociables por el Congreso. Foto: Getty Images.
Muchas de las partidas presupuestarias de Estados Unidos no son negociables por el Congreso. Foto: Getty Images. (mozcann via Getty Images)

Estos son los pagos:

  • $6.27 billones (trillions en inglés) fueron los desembolsos totales que se hicieron por parte del estado (en 2023 esta cifra fue de $6.13, un 1.3% menor).
  • $4.1 billones del total de desembolsos, algo más del 65% del total, se dedicaron a partidas determinados en las leyes del seguro social y programas de salud como Medicare y parte del Medicaid pero también los pagos por SNAP o programas de nutrición, compensaciones por desempleo y apoyo a familias de acogida, por ejemplo. En 2022 la mitad se destinó a Medicare y Seguro Social pero en 2023 esos pagos crecieron un 17.4%, y un 11.2% respectivamente debido al mayor gasto que se hace por el envejecimiento de la población ahora que se está jubilando la generación más numerosa, los baby boomers. El gasto en Medicaid subió un 4% hasta los $616,000 millones en el presupuesto de 2023. Estas partidas no se negocian en las asignaciones de gastos mensuales. Como dice el think tank Brookings, están en piloto automático.
  • $1.7 billones, el 27% del total, fue el total de gasto discrecional que es lo que se negocia en estos acuerdos de desembolsos mensuales, las 12 apropiaciones. Este dinero va dirigido al Pentágono (gasto de Defensa), algunos gastos en salud, transporte e infraestructura, acción exterior, administración de justicia, desarrollo comunitario y regional, recursos naturales, ciencia, espacio, educación y servicios sociales además de ciertas partidas en salud y algunos beneficios a veteranos. Defensa se lleva la mayor parte. En 2022 fueron $727,000 millones y en 2023 ha sido $776,000 millones. Este gasto militar tampoco se suele tocar en las negociaciones de las apropiaciones que terminan girando alrededor del 16% del total del presupuesto.
  • $534,000 millones que tampoco son negociables. Son los intereses netos de la deuda que supera el 122% del PIB del país. La deuda se ha encarecido en 2023 y los pagos de intereses de este año fiscal, según la CBO, han aumentado un 33.1% hasta los $710,000 millones.

Y esto es lo que se ingresa para hacer frente a estos gastos:

  • $4.9 billones a través de distintos tipos de impuestos en 2022. En 2023 se recaudó un 9.3% menos ($4.4 billones) por varios motivos tanto técnicos como por el hecho de que se hace la comparación con un año de fuerte año de crecimiento.

¿Quien paga?

Según los datos del Tesoro a 30 de septiembre:

  • Los contribuyentes individuales: aportan el 49.03% del total de lo que ingresa el Estado.
  • Recaudación para el Seguro Social y Medicare: 36.3% del total.
  • Las empresas, desde las más pequeñas a las multinacionales: aportan el 9.45% de lo que llega a la caja del Estado
  • Impuestos especiales como los de los carburantes, el alcohol o el tabaco: 1.71%
  • Aduanas: Suma el 1.8%.
  • Impuestos por Herencias y regalos al Estado: aportan un 0.7%

Con estas cifras, el resultado es deficitario

El de 2023, según la CBO es de $1.7 billones de dólares, 320,000 millones más que el año anterior debido principalmente a la caída de la recaudación en un año de menor crecimiento, el aumento del gasto en Medicare y Seguro Social, el aumento de los intereses de la deuda y otros gastos.

EE UU ha estado en déficit desde 2002 y en las últimas décadas los años de superávit han sido raros. El último fue 2001. No solo es una cuestión de gastos sino de menores ingresos. Tanto George Bush como Donald Trump han reducido los impuestos.

Para cubrir los gastos EE UU toma una deuda que ya se eleva a $33 billones de dólares. La subida de las tasas de interés y su impacto al mercado de bonos del Tesoro eleva el coste de su servicio.

El año 2021 se pagaron $413,000 millones en intereses netos y en 2023 se abonaron $710,000 millones, una cantidad que no está muy lejos del presupuesto de Defensa (que fue de $770,000 millones).

Equilibrar estas cifras va a requerir mucho más que discutir sobre el 16% del presupuesto.

Los cambios que se necesitan

El Economic Strategic Group de The Aspen Institute ha publicado un estudio sobre la resiliencia de la economía del país prologado por dos secretarios del Tesoro, Henry Paulson y Timothy Geithner (el primero con George Bush y el segundo con Barack Obama) en el que se ofrecen reflexiones que abren las puertas a importantes cambios.

“Construir un presupuesto federal más resistente requerirá reformas que rebajen la diferencias entre gastos e ingresos manteniendo los niveles suficientes de ambos para apoyar las prioridades nacionales”.

La propuesta para equilibrar el déficit incluye una combinación de reducciones en el gasto (exceptuando los de los intereses de la deuda) e incrementos en los impuestos a partir del 2027 del orden del 2.8% del PIB, o unos $2,400 por persona anualmente.

“Alcanzar este acuerdo requerirá una cooperación bipartidista y liderazgo en el Congreso”, se explica en la introducción

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