Rosy Sinecio

López Obrador prepara un eje diplomático latinoamericano contra la crisis migratoria

México quiere liderar la respuesta de Latinoamérica frente a la crisis migratoria. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este miércoles que siete mandatarios de la región participarán en la cumbre convocada para este domingo en Palenque (Chiapas), en el sur del país. La lista incluye al cubano Miguel Díaz-Canel, al colombiano Gustavo Petro, al venezolano Nicolás Maduro, a la hondureña Xiomara Castro, al guatemalteco Alejandro Giammattei, al ecuatoriano Guillermo Lasso y al primer ministro de Haití, Ariel Henry. El encuentro llega en medio de flujos de miles de personas que llegan diario a las fronteras mexicanas en la ruta para llegar a Estados Unidos, donde las cifras de detenciones de migrantes rondan cifras récord.

También fueron invitados representantes de Belice, Costa Rica, El Salvador y Panamá. “No sé de los otros, pero van a estar representados, en el caso de que no venga el presidente, viene un vicepresidente o viene el canciller”, dijo López Obrador al dar a conocer a los participantes confirmados al Encuentro por una Vecindad Fraterna y en busca del Bienestar, el nombre oficial del encuentro diplomático.

El presidente de México calificó el problema migratorio como “preocupante”, debido al alza en el número de migrantes. “Tenemos que atender las causas, ir al fondo, no nada más estar conteniendo o pensando en militarizar las fronteras, en los muros, eso no resuelve”, dijo López Obrador. La apuesta es conocer las posiciones de cada país y llegar a un acuerdo común para responder al éxodo de migrantes. El grueso de las negociaciones se concentrará en una reunión con una duración prevista de dos horas. Después, está programada una conferencia de prensa conjunta.

La crisis migratoria se ha afianzado como uno de los talones de Aquiles de la Administración de Joe Biden, mientras se multiplican las voces en el Partido Demócrata y el Partido Republicano que exigen una respuesta más tajante en el control de las fronteras. La polémica en Estados Unidos pasa por México, que se ha comprometido con Biden, y antes con el Gobierno de Donald Trump, a ayudar a contener a los migrantes en tránsito por territorio mexicano. Tan solo en la primera quincena de septiembre fueron detenidos en EE UU alrededor de 142.000 migrantes, según datos oficiales.

Pese a que los Gobiernos de Biden y López Obrador han defendido que la relación bilateral goza de buena salud, la migración ha recuperado protagonismo en la agenda diplomática que comparten ambos países. A principios de mes, una delegación estadounidense encabezada por Antony Blinken (el jefe de la diplomacia estadounidense) y Alejandro Mayorkas (el secretario de Seguridad Interior) visitó México para buscar nuevos acuerdos en el marco del Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad. En esa reunión se tocó por primera vez el tema de la migración, que ha sido omnipresente en los debates políticos rumbo a las elecciones presidenciales en EE UU, desde la perspectiva de la seguridad nacional.

El encuentro en la capital mexicana se enrareció después de que se diera conocer que la Administración de Biden había autorizado una ampliación de unos 32 kilómetros del cerco fronterizo, pese a la promesa de que no iba a construir nuevos muros. El anuncio de la ampliación, en plena visita diplomática a México, se dio también al mismo tiempo que Estados Unidos hiciera pública su decisión de reanudar las deportaciones masivas de venezolanos. Desde entonces, López Obrador ha instado a Washington a pensar más en cooperación para el desarrollo y menos en muros. Mientras las autoridades estadounidenses piden más de México en la contención de los flujos de personas, el Gobierno mexicano quiere que sus vecinos se comprometan a hacer mayores inversiones en los países expulsores para evitar que más gente opte por migrar.

A cambio, México también parece poner sobre la mesa canales de interlocución con Gobiernos enfrentados con Washington, como Cuba y Venezuela. La canciller mexicana, Alicia Bárcena, visitó Caracas esta semana para reunirse con Maduro. En esa gira de trabajo se confirmó que el presidente venezolano acudirá a la cumbre de Palenque y que una delegación mexicana iba a acompañar la reanudación de las negociaciones entre el chavismo y la oposición.

El Gobierno mexicano aún no ha informado si tiene prevista la visita del salvadoreño Nayib Bukele a Chiapas. La Cancillería de El Salvador tampoco ha emitido un comunicado al respecto en los últimos días. Otras incógnitas son el costarricense Rodrigo Chaves y el panameño Laurentino Cortizo. Costa Rica y Panamá no están en los primeros lugares en el desglose por nacionalidad de los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, pero sí son importantes territorios de paso.

En el anuncio de la visita de los siete mandatarios, López Obrador aprovechó para expresar su condena a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a Cuba. “El bloqueo es inhumano, violatorio de los derechos de los pueblos”, lamentó el presidente en su conferencia de prensa diaria. El político mexicano agregó que las sanciones atentan contra la soberanía del país caribeño y buscan socavar la legitimidad del régimen de Díaz-Canel. “Tenemos que ayudar todos”, dijo en los preparativos de la cumbre del próximo domingo.

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